Roberto el Diablo degüella a su maestro profesor (Ms. Gran Crónica de Normandía, primer cuarto del S. XV, BNF)
La leyenda normanda de Robert le Diable hunde sus raíces en la Francia medieval del siglo XII. La duquesa de Normandía tras diecisiete años de matrimonio sin descendencia invoca al diablo para concebir un hijo varón: Robert. Desde su infancia, Robert comete todo tipo de vilezas, maldades y crímenes, capitaneando una partida de asesinos y sembrando el terror por doquier. Ante tan grandes atrocidades la duquesa cuenta a su hijo el motivo de su intrínseca maldad: la participación del diablo en su concepción. Robert se arrepiente, peregrina a Roma, confiesa con el Papa e inicia vida eremita, que abandona para defender a Roma y al Emperador de los asedios y sitios de los musulmanes. Sale victorioso, casa con la hija del Emperador y vuelve a Normandía donde sucede a su padre en el ducado. Allí la princesa da a luz a Ricardo sin Miedo, uno de los doce pares de Francia.
La
edición príncipe de Robert le Diable fue impresa en Lyon
por Pierre Mareschal y Barnabé Chaussarden
en 1496: a ella siguió en Francia otra edición incunable parisina, 1497, y tempranas ediciones en el siglo XVI (todas de máxima rareza).
Ediciones
españolas de Roberto el Diablo en el siglo XVI y XVII
Robert le Diable -en su traducción más o menos respetuosa con la edición lionesa de 1496-, fue impresa en sucesivas ediciones en España y otras naciones de Europa, a lo largo del siglo XVI y XVII.
Los ejemplares de las impresiones españolas de Roberto el Diablo realizadas en dichos siglos que han sobrevivido hasta nuestros días son extremadamente escasos. De una parte de las ediciones localizadas no se conserva ni se tiene referencia de ejemplar alguno y del resto de ediciones se conoce y conserva un único ejemplar.
Examinando los repertorios y bases disponibles hemos censado quince ediciones españolas impresas en los siglos dieciséis y diecisiete de Roberto el Diablo. La primera de la que se tiene noticia -por estar recogida en el catálogo de la biblioteca de Hernando Colón-, es de Burgos, 1506. Nada se sabe del paradero del ejemplar Colón, único referenciado de dicha edición.
En este artículo vamos a dar noticia del único ejemplar conocido de una de dichas ediciones: la impresa en Sevilla en 1604.
El censo orientativo de las ediciones
españolas de Roberto el Diablo impresas en los siglos XVI y XVII y de los ejemplares que de ellas se tiene noticia se muestra a continuación (agradeciendo la contribución en su elaboración a Pelegrí Haro de Llibreria Antiquària Delstres).
1 |
1509 |
Burgos. s.e.
Edición citada en el inventario de la Biblioteca Colombina, ref. 2779, de la
que no se tiene referencia de ejemplar alguno pues se desconoce el paradero
del ejemplar Colón. |
2 |
1530 |
Alcalá de
Henares. Por Miguel de Eguía. Ej. en Biblioteca Mazarina, París, falto
de portada. (Brunet IV, col. 1330, Martín Abad, I, 225). |
3 |
1547 |
Burgos. Por
Juan de Junta. Ej. en BNE. |
4 |
1558 |
Burgos. Por
Juan de Junta. Ej. en BNE (por compra a Llibreria Antiquària Delstres). |
5 |
1582 |
Sevilla. Por
F. Maldonado. Ej. en British Library (Brunet IV, col. 1330). |
6 |
1588 |
Zaragoza.
Por Miguel Ximeno Sánchez. Reproducida portada por Vindel, VIII, 2548. No se
conoce ejemplar. |
7 |
1593 |
Zaragoza. En
casa de Miguel Jimeno Sánchez. Ej. en BNE, que fue de Juan M. Sánchez, 756:
“no conozco más ejemplar que el de mi librería”. |
8 |
1604 |
Sevilla. En
casa de Fernando de Lara impressor de libros en la calle de la Sierpe.
La primera referencia a esta edición la realiza Brunet en su Manual, del que
copian todos los repertorios bibliográficos posteriores. La
descripción de Brunet, IV, col. 1330 -y, en consecuencia, el resto de
referencias en otros repertorios-, se limita a la escueta mención: “4º” (Palau
270.859). |
9 |
1607 |
Salamanca.
En portada: “En casa de Antonia Ramirez. Año 1605”. En colofón: “En casa de
Antonia Ramirez, viuda. Año de 1607”. Ej. en British Library, ej. que fue de
Alfred Henry Huth. |
10 |
1607 |
Alcalá de
Henares. En casa de Juan Gracián. Edición descrita por Catalina y Martín Abad
I, 86. Ej. en Biblioteca de Cataluña (col. Bomsons-Chacón). |
11 |
1611 |
Barcelona.
En casa de Sebastián Cormellas “al Call”. “Compuesta por Iuan de la Puente”.
Ej. en Biblioteca Nacional de Austria. |
12 |
1655 |
Madrid. Por
María de Quiñones. Ej. en BNE. |
13 |
1680 |
Madrid. Por
Francisco. Sanz. Reproducida portada por Vindel, VIII, 2549. No se conoce
ejemplar. Palau, 270.860. |
14 |
1683 |
Barcelona.
Por Antonio Lacavallería. Según WorldCat ejemplar en BNE (no recogido en
CCPBE), Universidad de Cambridge y Universidad de Chicago. Palau
270862: «Menéndez Pelayo cita una edición de Barcelona, La
Cavalleria, 1683». |
15 |
1684 |
Valencia.
Por Francisco Mestre. Edición y ejemplar citado por Salvá, 1666,
desconociéndose su paradero actual. Heredia, 2439. |
16 |
1696 |
Sevilla. Por Lucas Martin
de Hermosilla Impressor y Mercader de Libros. Ej. en BNE que fue de
José María de Álava. |
Adicionalmente a las ediciones descritas, corrieron impresas en el siglo XVII y XVIII adaptaciones de Roberto el Diablo por autores españoles (una de Juan de la Puente, otra de Felipe de Campus) y comedias (El loco en la penitencia y tirano más impropio, Comedia famosa El loco en la penitencia o Roberto el Diablo).
Roberto
el Diablo, Sevilla, 1604
La Historia de la espantosa y marauillosa vida de Roberto el Diablo. Sevilla. 1604. En casa de Fernando de Lara impressor de libros en la calle de la Sierpe. 205 x 150 mm.
Plena piel época, planos con las armas del tercer marqués de Caracena, Luis Benavides Carrillo de Toledo (Valencia, 1608 – Madrid, 1668), conserva las cintas de cierre de seda verde.
A la muerte de Peiresc en 1637, su hermano Palamedes heredó y mantuvo la biblioteca, manuscritos, gabinete de astronomía, botánica y curiosidades. Tras su muerte, su hijo e hija, sobrinos de Peiresc, dispersaron parte la biblioteca, manuscritos y objetos de gabinete en los años 1646 y 1647.
16 folios sin numerar,
signatura A8.
Como Roberto el Diablo mató a su maestro que le enseñaba, y tenía cargo de él.
Como Roberto mató a siete ermitaños, que halló en un monte y fue al castillo Darque donde estaba su madre y de las razones que entre ellos pasaron.
Consideraciones sobre la proveniencia del ejemplar
Nos atrevemos a conjeturar que -por las fechas de nacimiento y muerte de Peiresc
(1580-1637), del marqués de Caracena (1608-1668) y de formación de sus bibliotecas-, es presumible entender
que el ejemplar Roberto el Diablo llegó primero a la
biblioteca de Peiresc, donde fue objeto de sellado de tinta en la portada con
su monograma. Y continuado la suposición, el ejemplar no fue vestido con la encuadernación de Peiresc (pues, en tal caso, es harto difícil suponer su eliminación para ser sustituida por otra de notable
menor calidad).
En la
dispersión de la biblioteca Peiresc -1646 y 1647-, el ejemplar llegaría al
marqués de Caracena, en el tiempo que estaba en los Países Bajos o ya siendo
Gobernador del Milanesado (1648-1656) quien lo vestiría con la encuadernación
con sus armas (1).
Vicisitudes de los libros y biblioteca del marqués de Caracena
Hasta la
fecha no se ha podido determinar el taller o talleres que realizaron las
encuadernaciones de Caracena: ¿Madrid, Milán, Países Bajos? Lo cierto es que fuese quien fuese el encuadernador y lugar donde se realizó el trabajo el tratamiento que se aplicó en la piel para conseguir el acabado jaspeado, moucheté,
contenía un componente que la atacó y alteró, como se aprecia en
todos sus ejemplares (produciendo deterioro de la piel que afecta también al dorado de las armas e hilos que las encuadran).
Es preciso considerar, como apunta Juan Antonio Yebes Andrés, Director de la Biblioteca Lázaro Galdiano, que corren obras con encuadernación Caracena que inicialmente no llevaban dicha encuadernación. Juan Antonio Yebes aporta pistas para identificar ejemplares bajo tal condición. No es peregrino suponer que a finales del siglo diecinueve -cuando los descendientes de Caracena pusieron en el mercado el grueso de la biblioteca-, se reutilizasen las encuadernaciones de Caracena de libros de escaso valor, para "magnificar" otros de cierta rareza.
Hay un indicio orientativo adicional que acredita tales maniobras. Tras la muerte de Caracena, el 6 de enero de 1668, la biblioteca fue inventariada y tasada por el mercader de libros de Madrid, Adrián Oyens que acabó y certificó su labor el 21 de agosto del mismo año.
Cuatro años después, en 1672, la biblioteca formó parte de la dote de la hija de Caracena, Ana Antonia Benavides Carrillo de Toledo Ponce de León -tal como recogen las capitulaciones matrimoniales-, al casar con su tío Gaspar Téllez Girón, duque de Osuna. Hemos consultado el manuscrito de dichas capitulaciones evidenciando que el inventario detallado de la biblioteca no contiene referencia de alguno de los libros con encuadernación de Caracena de mayor rareza que hemos visto ofrecidos en subastas y comercio (pudiendo deberse, por supuesto, a otros motivos, como el que a continuación detallamos).
Así las cosas, las encuadernaciones de los libros de la biblioteca del marqués de Caracena han tenido sus vicisitudes. No hay que llegar a final del siglo XIX para comprobar su posible alteración o singularidades. En el mismo siglo XVII una encuadernación con las armas del marqués aparece complementada y personalizada con nombre y cargo de otro propietario -anterior o posterior-, del ejemplar. Mostramos a continuación fotografía del ejemplar:
La encuadernación viste La vita del catholico et invitissimo don Filippo Secondo d’Austria re dell Spagna, &c. de César Campana, en Vicenza, 1605-1609, dos gruesos vols. 4º por Giorgio Greco (202 x 154 mm.). Los dos volúmenes contienen los seis tomos, con portada propia, que integran la obra (Palau 41131).
Como se observa en la fotografía de la encuadernación, sobre y debajo de las armas de Caracena del plano superior figura la cartela "De la Biblioteca del Almirante" y debajo "Don Iayme Ortensio Lopez" y en el plano posterior "Coronel de Infanteria" y debajo "Alemane Alta".
Encontramos un
soneto del almirante Jaime Hortensio López en la obra de Miguel de Barrios, Coro de las Musas,
Bruselas, 1672: «Del Almirante de Jaime Ortensio López, coronel de un
regimiento de infantería de Alemania alta, por el servicio de su Magestad de su
consejo de guerra, gobernador, y superintendente de los fuertes de Santa Maria,
la Perla, Calo, Blocqersdyck, etc., que están sobre la ribera de Amberes":
"No admires que a tu ingenio aplausos den / si no ha tenido imitación
jamás...».
¿Quién fue primer propietario de este ejemplar de la obra de Campana: el marqués de Caracena o el almirante Hortensio? Con la información que nos ha proporcionado nuestro querido amigo y experto bibliógrafo Urzay -sobre un ejemplar de la BNE proveniente de la biblioteca del almirante y datos sobre su persona-, nos atrevemos a conjeturar la hipótesis que el ejemplar estuvo primero en la biblioteca del almirante considerando que:
- El ejemplar figura inventariado en el catálogo de la biblioteca de Caracena tal como reproducimos en la fotografía siguiente de la hoja del inventario (es decir, a la muerte de Caracena en 1668 en Madrid, el ejemplar estaba en su biblioteca cuyo conjunto se mantuvo en la familia hasta final del siglo diecinueve). En consecuencia, las cartelas identificativas del almirante Hortensio tuvieron que ser impresas antes de la incorporación del ejemplar a la biblioteca de Caracena.
- La encuadernación del ejemplar BNE del almirante Hortensio presenta la composición siguiente (excusando la calidad de la fotografía) (2):
La fotografía pone de manifiesto que el almirante Hortensio encuadernaba sus libros estampando en la parte superior e inferior de los planos las cartelas identificativas y dejando libre la zona central sin decoración alguna.
En conclusión, el análisis pormenorizado de la composición de la biblioteca de Caracena, de los ejemplares que visten sus encuadernaciones y no figuran en ella y el singular devenir de otros es materia pendiente para los bibliógrafos.
Como expresó Pedro Vindel sobre
Caracena «Si el pregón de su fama militar resonó por todo el orbe civilizado,
nadie le superó ni le igualó, pese a sus ininterrumpidas y graves ocupaciones
como entusiasta y conocedor de buenos libros, que, con espíritu pulcro, seleccionó
y atesoró en su magnífica biblioteca» (3).
(1) JOSÉ IGNACIO BENAVIDES, Milicia y diplomacia en el
reinado de Felipe IV. El marqués de Caracena, Madrid, 2012, Editorial
Akron.
(2) Ver el ms. digitalizado con la encuadernación en BNE
(3) PEDRO VINDEL, El Marqués de Caracena Gobernador y Capitán General de los Países Bajos y Borgoña. 1608-1668. Madrid, 1923, Sobrinos de la Sucesora de M. Minuesa de los Ríos.
6 comentarios:
Una vez más he pasado muy buen rato leyendo tu entrada, y sobre todo, aprendiendo bastantes cosas. Me ha llamado particularmente la atención el tema de la manipulación tardía de algunas encuadernaciones del marqués de Caracena, que no conocía; me he acordado del caso de remboîtage que cuenta Carlos Clavería en su libro sobre encuadernaciones. Es este desde luego un tema interesante que valdría la pena investigar con detalle, como comentas, y en el caso concreto de tu ejemplar veo que no has dejado puntada sin hilo, revisando incluso el inventario manuscrito de su biblioteca. He buscado también, por auténtica curiosidad, alguna referencia más del militar Jaime Hortensio López, que tan orgullosamente parece haberse cuidado de sus libros, y al que no había oído mencionar en la vida. Veo que era capitán de caballería en 1652 y que fue nombrado almirante de la Armada de Amberes con cierta polémica en febrero de 1659 por don Juan José de Austria, poco antes de que llegara precisamente el marqués de Caracena a sustituirle en el gobierno de los Países Bajos. Veo también que además del que citas, que es el más difícil de encontrar en la bibliografía, tiene otro soneto laudatorio en la Flor de Apolo (Bruselas, 1665) del mismo Miguel de Barrios (http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000079355&page=15), y lo que es más interesante, se conserva en la BNE al menos otro libro de su biblioteca, un manuscrito medieval de la Historia de España de Jiménez de Rada y alguna otra obra, con una identificación parecida a la de tu ejemplar estampada sobre la encuadernación (http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000012750&page=1), si bien ésta no tiene la referencia heráldica de Caracena.
Ahora, muy buen manuscrito me parece éste. ¿Procedería también de Caracena, aunque no lleve sus armas?
De nuevo la oportunidad de ver no solo uno, sino varios libros admirables muy bien estudiados. Un fuerte abrazo, Diego.
Querido Urzay, muchas gracias por tu comentario y por tus siempre interesantes y aclaradoras búsquedas e investigaciones.
Me llama la atención que ejemplares de cierta rareza vestidos con la encuadernación de Caracena no consten en el inventario de su biblioteca hecho por Oyens con motivo de su muerte. La transcripción directa de dicho inventario es el que se añade e incluye en la dote de su hija en sus capitulaciones matrimoniales.
Cuento con algunos de dichos títulos raros que no constan en el inventario. Bien cierto es que el inventario recoge en una línea la mención de “Relaciones históricas varias”. En general los libros más comunes de su biblioteca aparecen en el inventario pero cuando se da un paso más en la rareza no figuran: por ejemplo el Tratado de los rieptos que cita Yebes.
Personalmente, sin fundamento alguno, solo con intuición, soy del creer de Yebes: al salir la biblioteca al mercado, se arrancaron las encuadernaciones de obra de reducido valor para hacer remboîtage de otras. En general se debió hacer con obras de pequeño formato y escasa foliación. En general el grueso de la biblioteca de Caracena comprende tratados militares, historia, religión, con una pequeña parte de literatura (hay un Quixote, 1608). El inventario está elaborado por tamaño y lengua (francés, italiano, español y latín). El inventario, como parte de las capitulaciones, parece hay copia en el Archivo de Protocolos de la Comunidad de Madrid, como cita Benavides en su obra.
Tu información del almirante Hortensio es estupenda, estuve buscando y no di con nada de él aparte de su soneto en la obra de Barrios. El ms. de la BNE con su nombre en los planos de la encuadernación, es espectacular, el soporte parece vitela y ya lo habrás bien datado: ¿XV, XIV?, es una joya. No creo venga de Caracena, primero porque no me suena conste en su inventario (que releo y consulto a menudo) y segundo porque tal pieza llevaría sus armas.
Personaje de interés a estudiar, el almirante Hortensio, hombre de armas y letras con una biblioteca excelente a la vista de las muestras localizadas.
Lo que si tiene en común el ms. de Hortensio con las encuadernaciones de Caracena es el deterioro de la piel por culpa del tratamiento para el jaspeado. Nos podría llevar a pensar, entonces, que el ms. y la biblioteca de Caracena fueron encuadernados en Países Bajos donde ambos propietarios tuvieron mando. El acabado parece demasiado tosco para ser producto de Italia (recordemos las encuadernaciones napolitanas maravillosas de D. Pedro de Aragón). Por lo que el círculo podría cerrarse entre Países Bajos y Madrid. La piel y el deterioro que muestra el ms. de Hortensio y los libros de Caracena es idéntico.
El ejemplar Hortensio viene de una biblioteca particular en Madrid a la que accedí hace dos años en el natural devenir de la efímera ilusión de reunir libros pensando en su inmóvil permanencia y eternidad: su propietario había fallecido. Vi la encuadernación y sin más aparté el ejemplar junto con otras obras. Las adquisiciones y vicisitudes que viví en esa librería tendrían que formar parte de la pendiente Historia natural de los bibliófilos que reivindica Matilde López Vidriero.
Espero seguir mejorando el plazo de publicación: Carrascón fueron 10 años, Roberto 1 año…
Un fuerte abrazo y seguimos en contacto.
Una vez más nos deleitas con un singular relato que recorre todas aquellas características excepcionales que determinan que un libro antiguo se convierta en perfecto objetivo bibliófilo, sobre todo, por la singularidad de cada una de ellas.
Ya es curiosa de por sí la temática. Todo aquello que lleve al diablo de por medio resulta extrañamente sugerente, ya sea por lo prohibido, lo oculto o por las licencias mundanas que su presencia permite.
Por otro lado, es llamativa la cantidad de ediciones impresas de un libro tan poco conocido, y todas tan raras y escasas en la actualidad, desarrolladas en un periodo temporal realmente largo.
Aunque sin duda, en el caso del ejemplar que presentas, la historia de su procedecia es rica en todo lo su encuadernación desvela. Me ha resultado didáctica las vicisitudes de la biblioteca del marqués de Caracena y de sus encuadernaciones, como la que apuntas del Almirante Jaime Ortensio López, donde por cierto, el tratamiento de la piel en ese volumen, que no provoca ese deterioro típico de las de Caracena, apoya la hipótesis de Urzay.
De manera que todo lo escrito se convierte en ejemplo perfecto de lo que un bibliófilo busca en un libro.
Me quedo también con el descubrimiento de Fabri de Peiresc. Siempre me han maravillado estos personajes de variada cultura y afan museístico como el jesuíta alemán Athanasius Kircher o el gentilhombre oscense Vicencio Juan de Lastanosa, que se prodigaron en sus bibliotecas y sus "cabinets de curiosités", Peiresc se une a este elenco de personajes de cultura universal.
Enhorabuena, Diego Mallén, por tan completa historia y tan señalado ejemplar de Roberto el Diablo.
Querido Lamberto, muchas gracias por tus comentarios. Son quince ediciones españolas de Roberto el Diablo hasta el siglo XVII localizadas en repertorios de las que de algunas no se conoce ejemplar, lo que hace suponer que pueden haber existido ediciones desconocidas. Siendo Hernando Colón gran bibliófilo es de suponer que la primera edición española fuese la de 1506 relacionada en el inventario de su biblioteca, pues si hubiese habido una anterior sin duda figuraría censada.
Que acertada esa línea que trazas de Peiresc - Kirchner - Lastanosa. Estuve leyendo sobre la biografía de Peiresc amigo de Rubens, de Galileo con quien mantuvo extensa correspondencia. Su sobrina utilizó parte de sus manuscritos para encender el fuego del hogar.
A ver si te animas reviviendo tu blog!
Nos reunimos pronto para ver y hablar de libros.
Abrazo fuerte!!
Pues, como cualquiera que lea esta entrada, quedo admirado por la rareza del ejemplar en una obra que acumula rarezas en tantas de sus ediciones. Entre las desaparecidas y las que constan en bibliotecas públicas el hecho de tener una a mano es una maravilla.
Celebro el aumento de ritmo en las publicaciones y agradezco lo didáctico que resulta todo lo que cuentas y de la manera que lo cuentas.
Un abrazo.
Querido Ben muchas gracias por tus palabras. Voy a intentar incrementar el ritmo de publicación dando cuenta de libros de cierta rareza. Este ejemplar lo podremos examinar cuando nos veamos en los próximos días. Muy interesante y ameno el acto de presentación del facsimil de Palmart la semana pasada. Un abrazo
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