domingo, 26 de septiembre de 2021

Carrascón: no es comida para puercos...

Escribíamos ayer sobre un ejemplar -“imponente infolio” en palabras del hispanista y bibliógrafo Frederick J. Norton-, del Rationale divinorum officorum de la soberbia edición post-incunable granadina. Hoy lo hacemos sobre un tomito en pequeño octavo impreso en 1633, probablemente en Holanda: Carrascón

Ambos ejemplares comparten la condición de ediciones de insigne rareza, siendo de número muy reducido los censados y conocidos. 

En el caso del Carrascón vienen pasando décadas sin que salga al mercado ejemplar alguno. CCPBE registra dos ejemplares: Biblioteca Nacional y Biblioteca Lázaro Galdiano. Se conocen, también, dos ejemplares en British Library y un ejemplar censado en biblioteca francesa.

 

El autor del Carrascón: Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano, un reformista español en la corte del rey Jacobo I de Inglaterra

Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano fue un reformista español, nacido en 1595 en la villa de Cintruénigo, Navarra.

Profesó como fraile agustino y estudiante de arte en el convento de San Agustín en Burgos. Sus ideas reformistas le hicieron ahorcar los hábitos y abandonar, en 1620, España, expatriándose en Inglaterra. Converso al protestantismo fue protegido por el rey Jacobo I de Inglaterra. Se incorporó a la Universidad de Oxford en 1623 y por sus  tratados en defensa del protestantismo y ataque a la Iglesia Romana fue nombrado, en dicho año, Vicario de Blackmere y Prebendado -canónigo-, de la Catedral de Hereford. En 1631, dejó vacante estos cargos, trasladándose a Holanda donde, en 1633, imprimió el Carrascón.

En el siglo XIX, la figura del reformista Tomás Carrascón fue objeto de estudio, entre otros, por Marcelino Menéndez Pelayo, en su Historia de los heterodoxos españoles, el hispanista y cuáquero inglés Benjamín Barron Wiffen -en su Bibliotheca Wiffensiana, dada a la luz por su colaborador, Edward Boehmer-, y Luis Usoz y Río que da a las prensas, hacia 1848, con la colaboración de Wiffen, la segunda edición de Carrascón "para bien de España" conteniendo, en sus observaciones previas y apéndices, noticias importantes sobre el autor.

 

Controversia sobre la autoría del Carrascón

La autoría del Carrascón siempre ha venido acompañada de duda e incertidumbre: el propio autor juega con ella en la obra y alimenta la intencionada confusión. En la portada de la obra luce el nombre de Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano como autor para mudar por el de Texeda en los preliminares al lector.

Menéndez Pelayo y Wiffen atribuyeron la autoría del Carrascón al reformista español Fernando de Texeda o de Tejeda (Usoz pensaba en Tomás Carrascón como autor).

El reciente estudio del investigador Rafael Carasatorre Vidaurre (*) ha proporcionado nueva e importante información concluyendo que es el navarro Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano y no, el también reformistas español, Fernando de Tejeda, el autor del Carrascón.

Menéndez Pelayo, en la sección IX “Fernando de Tejeda. El Carrascón” del Capítulo X “Protestantes españoles fuera de España en los siglos XVI y XVII”, tomo IV de los Heterodoxos, describe la génesis de la salida de España del autor del Carrascón:

«El protestantismo español del siglo XVII está representado por tres o cuatro filas de frailes que, huyendo las austeridades de la regla monástica y ansiosos de libertad y de soltura, velut arietes non invenientes pascua, ahorcaron los hábitos, se fueron a Inglaterra o a Ginebra y tomaron mujer.

El primero de estos apóstatas es el autor del Carrascón, que no se llamó T. Carrasco, como creyeron Usoz y Adolfo de Castro, sino Fernando de Tejeda, como descubrió Wiffen. Quedan pocas noticias de su vida fuera de las que él consigna en su libro. Había sido fraile agustino en el convento de Burgos donde se venera el célebre crucifijo. Era de familia hidalga y rica. En Inglaterra se casó y tuvo dos hijas, Marta y María, a quienes dedica el Carrascón. El rey Jacobo I de Inglaterra le mandó traducir al castellano la Liturgia anglicana, y en premio de este trabajo le hizo canónigo de Hereford y vicario de Blakmer».

Por su parte, Carasatorre escribe: “Al sentir cierta inestabilidad en torno a la corona inglesa a la muerte del citado monarca, su protector, se trasladó a Holanda, país que consideró un oasis de la libertad de espíritu y en el que fijó su residencia. Aquí edita el año 1633 esta singular obra conocida como el “Carrascón”, cuya autoría se ha venido atribuyendo erróneamente a Fernando Tejeda” .

En este artículo damos noticia de un ejemplar -ejemplar Salvá-, de la primera edición del Carrascón y de sus referencias contenidas en manuales y repertorios bibliográficos del siglo XIX.

También damos breve referencia de un ejemplar de la segunda edición del Carrascón impresa -entorno a 1848-, a expensas de Luis Usoz y Río con el apoyo de Benjamin Barron Wiffen (constituyendo el primer título de los veinte que forman la colección Reformistas Antiguos Españoles, RAE, magna empresa y esfuerzo editorial de Usoz), y de un ejemplar de Liturgia inglesa o Libro del rezado público, impresa en Londres, en español, en 1623, obra también de Tomás Carrascón.

(*) RAFAEL CARASATORRE VIDAURRE, El reformista español conocido como Fernando Tejeda responde al nombre real del navarro Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano, Revista Príncipe de Viana, 2003, Año nº 64, Nº 229, págs. 373-391). 


Ejemplar Salvá del Carrascón: colación

En materia bibliográfica Carrascón es, pues, obra abonada de incertidumbres: de autoría, de impresor -el nombre de “Maria Sanchez, Nodriza” figura como tal en portada-, de cuna de impresión... 

Desde su fecha de edición, 1633, -y hasta donde conocemos-, la primera referencia bibliográfica al Carrascón la hace Carlos de la Serna y Santander en el catálogo de la biblioteca de su tío, Simón de la Serna, publicado en 1792 en Bruselas (del que dimos referencia en este blog). Repertorios bibliográficos anteriores a dicha fecha, incluyendo a Nicolás Antonio, no contienen referencia alguna a la obra.

Detallamos a continuación el ejemplar Salvá del Carrascón y su colación.



CARRASCÓN DE LAS CORTES Y MEDRANO, TomásCarrascon. No es comida para puercos mi fruto, ca perlas son; y aunque parezco Carrasco soy mas, pues soy Carrascon. De las Cortes y Medrano. En Cintruenigo, s.l., 1633, Por María Sánchez Nodriza, pequeño 8º, 132 x 87 mm.



Plena piel de época, lomo con nervios y hierros dorados, cortes moteados. Ex libris en guarda Biblioteca de Salvá. Acompañado de estuche de petaca, piel verde oscura, siglo XX, con inscripción dorada en el lomo: Carrascon. Libro Rarisimo.

 Colación

152 folios sin numeración, sign. 1, 2, 3, [ ]5, A-S8, conteniendo: 

- hoja de portada -“burlesca” en palabras de Menéndez Pelayo-, con gran óvalo figurando en su interior la palabra CARRASCON rodeado de motivos florales que enmarca una encina -carrasca-, cuyo tronco separa en dos partes el nombre THO MAS y sobre ella el capelo de canónigo, con tres borlas por banda colocadas en dos órdenes. Al pie del óvalo:

No es comida para puercos

mi fruto, ca perlas son

y aunque parezco Carrasco

soy mas, pues soy Carrascon

- 3 f. de “Dedicatoria. A las dos Hermanas Maria, y Martha, mi muy charas, y amadas hijas”,

- 3 f. “Al Lector” al verso de la última composición laudatoria «Del Signor Lucio frezza. Gentiluomo Napoletano. In Lode del Mto. Illre Sigt Dottor T: C. degnissimo Canónico dell’, Insigne Catdral de Herefordia e Vicario di Blakmer d’Inghilterra, Autor del presente libro»,

- 1 f. de erratas,

- 145 f. con la obra (en el f.  8 comienza el Capítulo primero de los diez que componen la obra).

En la Dedicatoria el autor revela ciertos datos sobre su familia y el motivo de su salida de España:

«El me mando salir, como a Abraham de mi tierra, de mi naturaleza, y de la casa de mi Padre. Sacóme de la tierra del Egypto Papistico, y de la casa de la seruidumbre Monastica: y yo sin saber donde yua, vine a la tierra, que Dios me mostro… Sali pues de mi patria, en busca de la patria, de mi tierra, camino del cielo…. Dexe quando dexe a España quatro hermanos, los tres mayores que yo, menos el otro: tres hermanas, la una mayor, las dos menores. Mi Madre era ya muerta, mi Padre viuo. Después acá no he sabido nueuas de ellos, ni se si están viuos, o son muertos. Se empero, y quiero que sepays, que erâ, o sô en calidad hidalgos, en linaje ilustres, y en hazienda ricos, aunque yo soy pobre».

En “Al Lector” insinúa el nombre de Tejeda que le atribuye Menéndez Pelayo y Wiffen:

«En Ingalaterra texio Texeda quatro [telas] Vna en Latin, que marcò con su nombre, Texeda Retextus: Otras dos en Ingles, la vna titulada Miracles Unmasked. La otra con nombre Latino, Scruptamini Scripturas: En la postrera hago que la Liturgia Inglesa, hable Español. Mandome hacer esta el sapientissimo Rey Iacobo, de felice recordatorio. Diome por ello vna Calongia en la insigne Cathedral de Hereford, y si poco después no le huuiera Dios lleuado a reynar en su glorioso Reyno, mas y mas me diera su Magestad, como le lo auia el mismo prometido, y dicho, que aquella Prebenda, era de mayores mercedes, prenda. Con el Rey murió mi esperanza: àcabe con la corte… Lei todos los libros que pude hallar en Romanze, y muchos en latín. Saque de tratados Papisticos, doctrinas Catholicas, y de libros expurgados por la Inquisiciô de España, verdades contra la Iglesia de Roma. Compuse dellas un gran volumen, de Monachatu, en latín, otro de Contraditionibus doctrinae Ecclesiae Romanae, en el mismo idioma: otro Titulado Carrascon, tâbien en latín, en que de premisas de Doctores Antechristianos, infiuero conclusiones Christianas...».

Continúa el autor describiendo el lugar donde se ha trasladado para imprimir el Carrascón:

«…A imprimir estas obras, y la presente, (que es parte pequeña de un volumen grande) vine a esta tierra… Consuelome con que es tan común, el andar los libros, con erratas, como los caballos con erraduras. Y si alguno mereze perdón, es este mio, impresso fuera de España, en Español, por no Españoles, que no entienden sino el Flamenco, que yo no entiendo…».

Al verso de la hoja de Erratas indica el autor que añade al final de la obra “vn Catalogo de los libros por mi citados, con el lugar, y año en que fueron impresos...”, catálogo que no llego a incluir en la obra.

Los diez capítulos del Carrascón llevan por título:

1. De la lecion de la sagrada escriptura

2. De los libros Canonicos de la santa Escriptura.

3. De la versión vulgata Latina.

4. En que se prosigue el argumento del passado, y se muestra que la Version Vulgata Latina, es en muchas ma­neras viciosa, erronea y deprauada.

5. En que en prosecución del Thema de los dos inme­diatamente antecedentes, se propone y prueua la cer­tidumbre y conformidad de los Exemplares Hebreos, y la incertidumbre y desconformidad de los Griegos, y Latinos.

6. En el cual se concluye la materia y argumento de los tres precedentes, y se muestra que solo el Texto Hebreo puede y debe ser auténtica, e infalible regla y norma de la fe, quanto a la Escritura del viejo Testamento.

7. De la fe implicita.

8. De las Imagenes.

9. Del officio diuino en Lengua Latina.

10. Del Monachado o fraylia.







Carrascón -manifiesta Menéndez Pelayo-, «Es obra ingeniosa, escrita con agrado, y que se lee sin fatiga. No carece de donaire y abundancia de lengua, aunque a veces degenera su estilo en paranomasias y retruécanos. Una parte del libro es contra el culto de las imágenes y contra las órdenes monásticas, sin gran novedad ni agudeza en los chistes; otra, y es la más seria y erudita, se dirige contra la autoridad de la Vulgata, aunque la mayor parte sus ataques caen en falso, pues atribuye a los católicos en general las opiniones particulares de tal o cual autor de poco crédito en las escuelas teológicas… las observaciones, por lo demás atinadas, de Fernando de Tejeda, son pólvora en salvas. Se manifiesta muy leído en autores castellanos aun de amena literatura, sobre todo de los que hablaron mal de frailes y monjas».

Mención especial merece el capítulo décimo con un furibundo y encendido ataque a monjes, monjas, frailes y órdenes religiosas. El autor les acusa de los mayores vicios y nefandas prácticas con  escabrosos argumentos que anticipan en dos siglos a los de los más rabiosos carbonarios: «Los Monjes antiguos, comian poco, y trauaxauan mucho: los modernos comen mucho, y trabaxan poco»«si el Rey de España... echara del mundo las Fraylescas, desterrara los Beneficiados, exterminara los Capellanes, quitara las raciones a los Racioneros, las pitanzas, a los sacerdotes, y de las Iglesias Cathedrales la inutil, y ociosa muchedumbre de perezosos vientres...»«la Fraylia es obra del mismo diablo...» (léanse como muestra páginas siguientes).






Referencias bibliográficas de la edición del Carrascón de 1633

Relacionamos a continuación -por orden cronológico-, las once referencias bibliográficas del Carrascón -comenzando con la primera de que se tiene conocimiento contenida en el Catálogo de La Serna Santander-, que hemos localizado en obras, repertorios y catálogos del siglo XIX (las citas originales en inglés y francés se presentan traducidas).

 1792

DE LA SERNA Y SANTANDER, Carlos Antonio. Catalogue des livres de la Bibliothéque de feu Don Simón de Santander, Secretaire de Sa. Maj. Catholique, Bruselas, 1792, Lemaire, T. 1, ref. 1051:

«Este libro, desconocido a los bibliógrafos, es de gran rareza, contiene diez capítulos donde cuestiona el texto hebreo, la Vulgata, la fe implícita, las imágenes, los monjes, el oficio divino en latín.. el autore es Tomás Carrascón, español fugitivo por causa de la religión».

 1819

RENOUARD, Antoine Augustin. Catalogue de la bibliothéque d'un amateur, avec notes bibliographiques , critiques et littéraires, París, 1819, T. 1, pág. 112:

«Dura y viva diatriba contra la Iglesia Romana, los milagros, la Vulgata, etc. Carrascón, único título del libro ¿es un nombre imaginario o es el del autor? … Cualquiera que sea su verdadero nombre, el autor fue monje agustino en Burgos… La impresión es evidentemente flamenca aunque la portada indica <Por Maria Sanchez, Nodriza>»

 1824

OCIOS DE ESPAÑOLES EMIGRADOS. Periódico. Numº. 2º Mayo 1824. Londres, Calero, págs. 156–161:

«Los libros raros han merecido siempre con razón un lugar muy distinguido en la consideración de los literatos. Que si las producciones extraordinarias de la naturaleza, y las que esconde en sus profundos senos, excitan justa­mente la curiosidad de los que se dedican á investigar sus maravillas; no debe extrañarse que las obras raras y poco conocidas del arte despierten la de los hombres, en quienes también es justo reyne el deseo de saber cuanto hicieron nuestros mayores.

… El deseo de satis­facer esta loable curiosidad de los literatos, nos obliga á dar razón de un libro español escrito en Inglaterra, libro sumamente raro y no conocido por bibliógrafo al­guno que sepamos, y del cual ninguna noticia tendríamos nosotros, si la casualidad no nos hubiese deparado algunos meses ha ver un ejemplar en poder de un amigo residente en Genova, el cual le estima como es justo, por ser acaso el único que quedará en el mundo.

Es un volumen en 8 de mas de 300 paginas, cuyo titulo es Carrascon: palabra escrita con letras grandes en el frontis sobre un escudo que llena casi toda la plana. Vese también repetida en la orla de él, como apellido del autor, cuyo nombre Thomas está en ambos lados del tronco de una encina (que en Español se llama también car­rasca cubierta con un gatero episcopal, que es la empresa que en alusión á su apellido quiso tomar el escritor, según la costumbre del siglo XVII. y de otros posteriores*. Que este fuese el único motivo para tomar ese símbolo, y que él no quisiese que su libro fuese reputado por tan vil como el fruto de aquel árbol, lo manifestó en una cuarteta que escribió al pie de dicho escudo…

…A la bibliografía no toca formar juicio del mérito intrín­seco de esta obra. Lo que nosotros, prescindiendo de los puntos controvertidos en ella, podemos y debemos decir á los literatos, es que este libro es uno de los muy bien escritos en lengua Española, á cuya propiedad y fluidez añade el autor cierta soltura, y si puede decirse, aquel hermoso desaliño, que tanto brilla en algunos que escribie­ron á principios del siglo XVII. y que encanta á los buenos conocedores de aquel idioma. Es singular la gracia con que en medio de las discusiones mas serias intercala la nar­ración de algunas anécdotas de su tiempo: cosa muy difícil de ejecutar á contentamiento del que lee. Ademas de esto se muestra muy versado en las lenguas orientales y en todo genero de erudición bíblica, no menos que en la teología, historia y disciplina eclesiástica. Creemos que la lectura de este libro pudiera ser útil á los maestros de la religión católica, como lo es la de todas las obras que contradicen sus dogmas y disciplina; mayormente estando todas sus paginas atestadas de citas de escritores antiguos y mo­dernos, las cuales servirían de guia á los que se dedicasen á este genero de controversias.

Por lo mismo que se ha hecho este libro tan raro y desconocido, suplicamos á los ingleses ilustrados, que si alguna noticia pudiesen adquirir del autor, ó de las otras obras que él anuncia en el prólogo haber compuesto, tengan la bondad de comunicárnoslas ó darlas al público directamente para que no carezca de ello la literatura».


1826

SALVÁ Y PÉREZ, Vicente. A Catalogue of Spanish and Portuguese Books, with occasional Litterary and Bibliographical remarks, Londres, 1826, M. Calero, ref. 352 (este ejemplar):

«Excesivamente raro, sino único… 
La hoja suplida manuscrita en este ejemplar tiene más de un siglo de 
antigüedad y es prueba inequívoca de la rareza del libro. De hecho, 
ni Nicolás Antonio, ni ningún otro bibliógrafo, español o extranjero, 
ha podido descubrir, la más remota referencia de este autor, o de su 
obra, hasta que La Serna Santander lo anunció en el Catálogo de 
sus Libros, y los editores de la obra periódica denominada “Ocios de 
Españoles emigrados” en el número correspondiente al mes de mayo 
de 1824, dieron aviso de esta copia, que es la única de la que 
conocemos su existencia».

  

1831

GOHIER, L. J. Catalogue de livres grecs , latins , arabes, espagnols, etc. … composant la bibliothèque de feu m. L. J. Gohier..., París, 1831, Merlín, Ref. 155:

«Obra compuesta por un monje español que después de haber abjurado del catolicismo, se retiró a Inglaterra donde el rey le dio una canonjía en la catedral de Herefordt. Está dirigido contra la Iglesia de Roma y principalmente contra las órdenes religiosas en España. Nuestro ejemplar tiene las dos últimas hojas manuscritas. A pesar de este defecto, que no es menos destacable, el libro es de la mayor rareza».

 1848

CARRASCÓN DE LAS CORTES Y MEDRANO, Tomás. Carrascon. Segunda vez impreso con mayor correcion y cuidado que la primera. Para bien de España. S.l., s.f. (c. 1848), s.e.

Edición preparada y editada a expensas de Luis Usoz y del Río. Esta segunda edición de Carrascón abre la serie de veinte volúmenes, Reformistas Antiguos Españoles, RAE, intento editorial de rescatar textos perdidos y expurgados de los reformistas españoles.

En el 2º Apéndice de la obra se menciona la rareza de la primera edición y los ejemplares conocidos, en base a la información y estudios de Wiffen:

«En cuanto a la rareza de la 1ª Edición del Carrascon, bastará dezir, que un ejemplár, falto de la última hoja, que poseía el a. de 1826 D. Vicente Salvá, le tasa en su Catálogo, en L. 12. 12 s. que equivalen a mil reales vn.— I. B. W. asegura, que en Inglaterra , no se conozen en el día, mas que dos ejemplares de la 1ª. Edic. del Carrascon, ambos, en el Museo Britá­nico. El uno, fue del difunto Sir T. Grenville: que legó toda su Librería, á la citada Bibliote­ca, la primera de su país».

1854

GÓMEZ DE LA CORTINA, Joaquín (Marqués de Morante). Catalogus librrorum Doctoris D. … March. De Morante, qui in aedibus suis exstant, Madrid, 1857, Eusebio Aguado. T. 1, Ref. 1043:

Ejemplar encuadernado en tafilete verde, «Rarísimo, ejemplar que perteneció á D. Antonio Ranz Romanillos, cuya firma se ve en la primera hoja».

1860

BRUNET, Jacques-Charles. Manuel du libraire et de l'amateur de libres, París, 1860, Firmin Didot, T. 1, Col. 1598:

«La gran rareza de este volumen es constatada en una nota curiosa, bajo el número 1051 del catálogo de La Serna Santander, donde sin embargo el ejemplar descrito no marcó mas que 1 fr. 50c. Este mismo ejemplar ha sido venido después en 50 fr. Renouard; otro anunciado como puede ser único en el catálogo del librero Salvá nº 352 y que tenía las dos últimas hojas manuscritas, 20 fr. 50c. Gohier, en 1831».

  1861

BOLETIN BIBLIOGRÁFICO ESPAÑOL, Madrid, 1861, Antonio González. Nº 1, Año II, Tras pág. 296 “Boletín de anuncios” referencia la segunda edición de la obra mencionado la rareza de la primera y el ejemplar del marqués de Morante.

1872

SALVÁ Y MALLÉN, Pedro. Catálogo de la Biblioteca de Salvá. Valencia, 1872, Imprenta de Ferrer de Orga.

Contiene el Prólogo del Catálogo dos referencias al Carrascón: la relativa a su rareza y precio y la de su clasificación en la segunda clase de rareza de las siete que establece Pedro Salvá: «Entran en segundo lugar aquellos otros de que no se sabe exista mas que uno ó pocos ejemplares».

 1874

BOEHMER, Edward. Bibliotheca Wiffensiana. Spanish Reformers of two centuries from 1520. Estrasburgo, 1874, K. Trübner, Trübner, Trübner & Co. (reedición 1962, Burt Franklin, Nueva York). 

1880

MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Historia de los heterodoxos españoles. (tomado de la edición de Madrid, 1946, CSIC. T IV, p. 186):

«Los bibliófilos ponen en las nubes la rareza de este librillo. Salvá vendió uno en Londres el año 1826, por doce libras esterlinas y doce sueldos: precio que hoy pudiera duplicarse, atendiendo al actual valor de los libros».

«Hay dos ejemplares en el Museo Británico; otro poseía Usoz; otro fue de don Bartolomé J. Gallardo, y después, del marqués de Morante».

 

Vicisitudes del ejemplar Salvá del Carrascón

El ejemplar del Carrascón del que damos noticia en este artículo tiene algunas vicisitudes particulares de interés para los bibliófilos.


El ejemplar es puesto a la venta por Salvá en el catálogo, de 1826, de su librería en Londres. El catálogo -además de acreditar su extrema rareza y reputarlo como único conocido-, indica que está falto de la última hoja, que está suplida manuscrita. 

El ejemplar, como referencia Menéndez Pelayo, fue vendido en 1826 por Salvá y por tal motivo no figura en el Catálogo de la biblioteca de Salvá preparado por su hijo Pedro y editado en 1872, ni en el posterior de la biblioteca de Ricardo Heredia de 1891 (que incluye con referencia 4098 ejemplar de la segunda edición).

Nuestro ejemplar tiene la última hoja impresa -evidenciándose proviene de otro ejemplar-, y carece de la hoja manuscrita. Sin embargo, aunque no figura relacionado en el Catálogo de la biblioteca de Salvá, lleva su exlibris pegado en la hoja de guarda (pero no el supralibris de Salvá en los planos de la encuadernación).

¿Conjeturas de todo ello? Pensamos en una solución sencilla y lineal: el presente ejemplar es, sin duda alguna, el mismo que vendió Salvá en Londres en 1826 (evidenciado, entre otros, en la particular coincidencia de falta de la última hoja). Vendido por Salvá, un posterior propietario sustituyó la hoja manuscrita por hoja proveniente de otro ejemplar y añadió el exlibris, en papel, de Salvá en la guarda de la encuadernación. 

No es imaginable que Salvá -con la insigne rareza de esta obra y los elogiosos párrafos que le dedica en su catálogo de venta de 1826-, caso de haber conservado o recuperado el ejemplar, no lo hubiese incluido en sus fichas en las que su hijo Pedro se basó para la confección del Catálogo de la Biblioteca de Salvá

Al contrario, Pedro Salvá en el Prólogo al Catálogo, hace referencia dos veces al Carrascón. La primera en la introducción a las famosas "reglas generales" de clasificación de rareza de los libros. Pedro Salvá cuestiona la utilidad del precio marcado o rematado en subasta de un libro como base comparativa para establecer el de otro ejemplar de la misma edición. 

Y pone Pedro Salvá, en el Prólogo, como ejemplo el Carrascón: "Tambien supongo que se guardaría bien de comprar el Carrascon de 1633, que es uno de los libros castellanos más raros, si les pidiesen por él 30 reales, sabiendo que en la venta de La Serna Santander solo produjo 6, a pesar de llevar una nota mui curiosa de este bibliógrafo". 

Vuelve a citar la obra dos páginas más adelante del Prólogo estimando su rareza "Y en razón de la clase y contenido se aprecia más un tomo de Poetas, de median rareza, de 1620 por ejemplo, que el Regimiento de príncipes de 1494, Los cinco libro de Séneca de 1491, etc., etc., y acaso que el Carrascon, que indisputablemente pertenece á la segunda clase".

Respecto al exlibris del ejemplar se evidencia la imposibilidad temporal de que fuese puesto por Salvá (bajo la hipótesis, plenamente probable, que una vez vendido el ejemplar en 1826, no volvió a recuperarlo). 

Téngase en cuenta que Salvá vende el ejemplar en 1826 y el exlibris de su biblioteca lo diseña y confecciona, junto con su hijo Pedro, quince años más tarde, alrededor de 1841 (véase en Carola REIG SALVÁ, pág. 234, carta desde París de Pedro a su padre, de fecha 12 de enero de 1841, con reflexiones acerca del diseño del futuro ex libris de su biblioteca particular «No me parece que se debe poner en el escudito para nuestra biblioteca las armas de Valencia para que a nadie le pase por la cabeza que se han puesto como signo de nobleza. Lo que yo sí pondría, si V. me lo permite, son dos manos unidas para indicar que los dos unidos trabajamos para formarla»).

Por último, nótese también, que según Brunet el ejemplar Salvá pasó a Gohier y fue vendido en la subasta de su biblioteca. Sin embargo el ejemplar Salvá estaba falto de la última hoja y el de Gohier de las dos últimas. ¿Será el mismo ejemplar o parece, más bien, confusión de Brunet?

 Referencias

CCPBE: dos ejemplares (BNE y Lázaro Galdiano), British Library: dos ejemplares (uno de ellos, ej. Thomas Grenville), CCFr: un ejemplar en Bibliothèque du protestantisme français, con procedencia: A.S. Romanillos – Bartolomé José Gallardo – Gómez de la Cortina – Alfred André (1827-1896) e ingresado, en 1913, a la muerte de su viuda, en la Société de l'Histoire du Protestantisme Français.


Un ejemplar de la segunda edición del Carrascón y de la Liturgia inglesa

Concluimos el articulo dando referencia de un ejemplar de la segunda edición del Carrascón -dada a las prensas por Usoz, entorno a 1847, con la colaboración de Wiffen-, y de un ejemplar de la Liturgia inglesa, también obra de Tomás Carrascón impresa en español en Londres, 1623.

CARRASCÓN DE LAS CORTES Y MEDRANO, Tomás. Carrascon. Segunda vez impreso con mayor correcion y cuidado que la primera. Para bien de España. S.l. (pero probablemente, Londres), s.f. (c. 1848), s.e.



Encuadernación inglesa contemporánea, en plena piel época, lomo con nervios y dorados, planos enmarcados, cantos, contracantos y cortes dorados. 8º. 150 x 103 mm.

Colación:

Portada (impresa en verde), LXXII págs. de “Observaciones previas”, 1h. con reproducción de la portada de la edición de 1633, 391p. (en la pág. 361 principia el “apéndice o Notas” y en la 381 “2º Apéndice. Pruébase en él, que Tejeda fue el A. del Carrascón”.

Nótese, como indica Menéndez Pelayo que “el segundo apéndice se tiró aparte, y falta en muchos ejemplares”.


CARRASCÓN DE LAS CORTES Y MEDRANO, Tomás. Liturgia inglesa o Libro dl Rezado publico, de la administracion de los Sacramentos, y otros Ritos y ceremonias de la Yglesia de Inglaterra. Augusta Trinobantum (Londres), 1623, s.e.



Plena piel época, lomo con nervios y dorados, planos enmarcados, cantos y cortes dorados. 8ºm. 187 x 145 mm.

Colación:

264 h. sin numeración.

Palau 139090, no en Salvá.

CCPBE: 3 ej. (todos en BNE y de ellos uno ej. Usoz, y otro ej. Wiffen).