Ambos ejemplares comparten la condición de ediciones de insigne rareza, siendo de número muy reducido los censados y conocidos.
En el caso del Carrascón vienen pasando décadas sin que salga al mercado ejemplar alguno. CCPBE registra dos ejemplares: Biblioteca Nacional y Biblioteca Lázaro Galdiano. Se conocen, también, dos ejemplares en British Library y un ejemplar censado en biblioteca francesa.
El autor del Carrascón: Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano, un
reformista español en la corte del rey Jacobo I de Inglaterra
Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano fue
un reformista español, nacido en 1595 en la villa de Cintruénigo, Navarra.
Profesó como fraile agustino y estudiante
de arte en el convento de San Agustín en Burgos. Sus ideas reformistas le
hicieron ahorcar los hábitos y abandonar, en 1620, España, expatriándose en
Inglaterra. Converso al protestantismo fue protegido por el rey Jacobo I de
Inglaterra. Se incorporó a la Universidad de Oxford en 1623 y por sus tratados en defensa del protestantismo y
ataque a la Iglesia Romana fue nombrado, en dicho año, Vicario de Blackmere y
Prebendado -canónigo-, de la Catedral de Hereford. En 1631, dejó vacante estos cargos, trasladándose
a Holanda donde, en 1633, imprimió el Carrascón.
En el siglo XIX, la figura del reformista
Tomás Carrascón fue objeto de estudio, entre otros, por Marcelino Menéndez
Pelayo, en su Historia de los heterodoxos españoles, el hispanista
y cuáquero inglés Benjamín Barron Wiffen -en su Bibliotheca Wiffensiana, dada a la luz por su
colaborador, Edward Boehmer-,
y Luis Usoz y Río que da a las prensas, hacia 1848, con
la colaboración de Wiffen, la segunda edición de Carrascón "para bien de España" conteniendo, en sus observaciones previas y apéndices, noticias importantes sobre el autor.
Controversia sobre la autoría del Carrascón
La autoría del Carrascón siempre ha venido
acompañada de duda e incertidumbre: el propio autor juega con ella en la obra y alimenta la intencionada confusión. En la portada de la obra luce el nombre de Tomás Carrascón de las
Cortes y Medrano como autor para mudar por el de Texeda en los preliminares al
lector.
Menéndez Pelayo y Wiffen atribuyeron
la autoría del Carrascón al reformista español Fernando de Texeda o de Tejeda (Usoz pensaba en Tomás Carrascón como autor).
El reciente estudio del investigador Rafael Carasatorre
Vidaurre (*) ha proporcionado nueva e importante información concluyendo que es el
navarro Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano y no, el también reformistas
español, Fernando de Tejeda, el autor del Carrascón.
Menéndez Pelayo, en la sección IX
“Fernando de Tejeda. El Carrascón” del Capítulo X “Protestantes españoles fuera
de España en los siglos XVI y XVII”, tomo IV de los Heterodoxos,
describe la génesis de la salida de España del autor del Carrascón:
«El protestantismo español del siglo XVII está representado por tres o cuatro filas de frailes que, huyendo las austeridades de la regla monástica y ansiosos de libertad y de soltura, velut arietes non invenientes pascua, ahorcaron los hábitos, se fueron a Inglaterra o a Ginebra y tomaron mujer.
El primero de estos apóstatas es el autor
del Carrascón, que no se llamó T. Carrasco, como creyeron Usoz y Adolfo de
Castro, sino Fernando de Tejeda, como descubrió Wiffen. Quedan pocas noticias
de su vida fuera de las que él consigna en su libro. Había sido fraile agustino
en el convento de Burgos donde se venera el célebre crucifijo. Era de familia
hidalga y rica. En Inglaterra se casó y tuvo dos hijas, Marta y María, a
quienes dedica el Carrascón. El rey Jacobo I de Inglaterra le mandó
traducir al castellano la Liturgia anglicana, y en premio de este trabajo
le hizo canónigo de Hereford y vicario de Blakmer».
Por su parte, Carasatorre escribe: “Al
sentir cierta inestabilidad en torno a la corona inglesa a la muerte del citado
monarca, su protector, se trasladó a Holanda, país que consideró un oasis de la
libertad de espíritu y en el que fijó su residencia. Aquí edita el año 1633
esta singular obra conocida como el “Carrascón”, cuya autoría se ha venido
atribuyendo erróneamente a Fernando Tejeda” .
En este artículo damos noticia de un ejemplar -ejemplar Salvá-, de la primera edición del Carrascón y de sus referencias contenidas en manuales y repertorios bibliográficos del siglo XIX.
También damos breve referencia de un ejemplar de la segunda edición del Carrascón impresa -entorno a 1848-, a expensas de Luis Usoz y Río con el apoyo de Benjamin Barron Wiffen (constituyendo el primer título de los veinte que forman la colección Reformistas Antiguos Españoles, RAE, magna empresa y esfuerzo editorial de Usoz), y de un ejemplar de Liturgia inglesa o Libro del rezado público, impresa en Londres, en español, en 1623, obra también de Tomás Carrascón.
(*) RAFAEL CARASATORRE VIDAURRE, El reformista español conocido como Fernando Tejeda responde al nombre real del navarro Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano, Revista Príncipe de Viana, 2003, Año nº 64, Nº 229, págs. 373-391).
Ejemplar Salvá del Carrascón: colación
En materia bibliográfica Carrascón
es, pues, obra abonada de incertidumbres: de autoría, de impresor -el nombre de “Maria
Sanchez, Nodriza” figura como tal en portada-, de cuna de impresión...
Desde su fecha de edición, 1633, -y hasta
donde conocemos-, la primera referencia bibliográfica al Carrascón la
hace Carlos de la Serna y Santander en el catálogo de la biblioteca de
su tío, Simón de la Serna, publicado en 1792 en Bruselas (del que dimos referencia en
este blog). Repertorios bibliográficos anteriores
a dicha fecha, incluyendo a Nicolás Antonio, no contienen referencia alguna a
la obra.
Detallamos a continuación el ejemplar Salvá del Carrascón y su colación.
Colación
152 folios sin numeración, sign. 1, 2, 3, [ ]5, A-S8, conteniendo:
- hoja de portada -“burlesca” en palabras de Menéndez
Pelayo-, con gran óvalo figurando en su interior la palabra CARRASCON rodeado de motivos florales que enmarca
una encina -carrasca-, cuyo tronco separa en dos partes el nombre THO MAS y sobre ella el capelo de
canónigo, con tres borlas por banda colocadas en dos órdenes. Al pie del óvalo:
No es
comida para puercos
mi fruto,
ca perlas son
y aunque
parezco Carrasco
soy mas,
pues soy Carrascon
- 3 f. de “Dedicatoria. A las dos Hermanas Maria, y
Martha, mi muy charas, y amadas hijas”,
- 3 f. “Al Lector” al verso de la última composición
laudatoria «Del Signor Lucio frezza. Gentiluomo Napoletano. In Lode del Mto.
Illre Sigt Dottor T: C. degnissimo Canónico dell’, Insigne Catdral de
Herefordia e Vicario di Blakmer d’Inghilterra, Autor del presente libro»,
- 1 f. de erratas,
- 145 f. con la obra (en el f. 8 comienza el Capítulo primero de los diez que
componen la obra).
En la Dedicatoria el autor revela ciertos datos sobre
su familia y el motivo de su salida de España:
«El me mando salir, como a Abraham de mi tierra, de mi
naturaleza, y de la casa de mi Padre. Sacóme de la tierra del Egypto Papistico,
y de la casa de la seruidumbre Monastica: y yo sin saber donde yua, vine a la
tierra, que Dios me mostro… Sali pues de mi patria, en busca de la patria, de
mi tierra, camino del cielo…. Dexe quando dexe a España quatro hermanos, los
tres mayores que yo, menos el otro: tres hermanas, la una mayor, las dos
menores. Mi Madre era ya muerta, mi Padre viuo. Después acá no he sabido nueuas
de ellos, ni se si están viuos, o son muertos. Se empero, y quiero que sepays,
que erâ, o sô en calidad hidalgos, en linaje ilustres, y en hazienda ricos,
aunque yo soy pobre».
En “Al Lector” insinúa el nombre de Tejeda que le
atribuye Menéndez Pelayo y Wiffen:
«En Ingalaterra texio Texeda quatro [telas] Vna
en Latin, que marcò con su nombre, Texeda Retextus: Otras dos en Ingles,
la vna titulada Miracles Unmasked. La otra con nombre Latino, Scruptamini
Scripturas: En la postrera hago que la Liturgia Inglesa, hable Español.
Mandome hacer esta el sapientissimo Rey Iacobo, de felice recordatorio. Diome
por ello vna Calongia en la insigne Cathedral de Hereford, y si poco después no
le huuiera Dios lleuado a reynar en su glorioso Reyno, mas y mas me diera su
Magestad, como le lo auia el mismo prometido, y dicho, que aquella Prebenda,
era de mayores mercedes, prenda. Con el Rey murió mi esperanza: àcabe con la
corte… Lei todos los libros que pude hallar en Romanze, y muchos en latín.
Saque de tratados Papisticos, doctrinas Catholicas, y de libros expurgados por la
Inquisiciô de España, verdades contra la Iglesia de Roma. Compuse dellas un
gran volumen, de Monachatu, en latín, otro de Contraditionibus doctrinae
Ecclesiae Romanae, en el mismo idioma: otro Titulado Carrascon, tâbien en latín,
en que de premisas de Doctores Antechristianos, infiuero conclusiones
Christianas...».
Continúa el autor describiendo el lugar donde se ha trasladado para imprimir el Carrascón:
«…A imprimir estas obras, y la presente, (que es parte
pequeña de un volumen grande) vine a esta tierra… Consuelome con que es tan común,
el andar los libros, con erratas, como los caballos con erraduras. Y si alguno
mereze perdón, es este mio, impresso fuera de España, en Español, por no
Españoles, que no entienden sino el Flamenco, que yo no entiendo…
Al verso de la hoja de Erratas indica el autor que
añade al final de la obra “vn Catalogo de los libros por mi citados, con el
lugar, y año en que fueron impresos...”, catálogo que no llego a incluir en la
obra.
Los diez capítulos del Carrascón llevan por
título:
1. De la lecion de la sagrada escriptura
2. De los libros Canonicos de la santa Escriptura.
3. De la versión vulgata Latina.
4. En que se prosigue el argumento del passado, y se
muestra que la Version Vulgata Latina, es en muchas maneras viciosa, erronea y
deprauada.
5. En que en prosecución del Thema de los dos inmediatamente
antecedentes, se propone y prueua la certidumbre y conformidad de los Exemplares
Hebreos, y la incertidumbre y desconformidad de los Griegos, y Latinos.
6. En el cual se concluye la materia y argumento de los
tres precedentes, y se muestra que solo el Texto Hebreo puede y debe ser
auténtica, e infalible regla y norma de la fe, quanto a la Escritura del viejo Testamento.
7. De la fe implicita.
8. De las Imagenes.
9. Del officio diuino en Lengua Latina.
10. Del Monachado o fraylia.
Referencias bibliográficas de la edición del Carrascón de 1633
Relacionamos a continuación -por orden cronológico-, las once referencias bibliográficas del Carrascón -comenzando con la primera de
que se tiene conocimiento contenida en el Catálogo de La Serna Santander-, que hemos localizado en obras, repertorios y catálogos del siglo XIX (las citas originales en inglés
y francés se presentan traducidas).
1792
DE LA SERNA Y SANTANDER, Carlos Antonio. Catalogue
des livres de la Bibliothéque de feu Don Simón de Santander, Secretaire de Sa.
Maj. Catholique, Bruselas, 1792, Lemaire, T. 1, ref. 1051:
«Este libro, desconocido a los bibliógrafos, es de
gran rareza, contiene diez capítulos donde cuestiona el texto hebreo, la Vulgata,
la fe implícita, las imágenes, los monjes, el oficio divino en latín.. el autore
es Tomás Carrascón, español fugitivo por causa de la religión».
1819
RENOUARD, Antoine
Augustin. Catalogue
de la bibliothéque d'un amateur, avec notes bibliographiques , critiques et littéraires, París, 1819, T.
1, pág. 112:
«Dura y viva diatriba contra la Iglesia Romana, los milagros, la Vulgata, etc. Carrascón, único título del libro ¿es un nombre imaginario o es el del autor? … Cualquiera que sea su verdadero nombre, el autor fue monje agustino en Burgos… La impresión es evidentemente flamenca aunque la portada indica <Por Maria Sanchez, Nodriza>»
1824
OCIOS DE ESPAÑOLES EMIGRADOS. Periódico. Numº. 2º Mayo
1824. Londres, Calero,
págs. 156–161:
«Los
libros raros han merecido siempre con razón un lugar muy distinguido en
la consideración de los literatos. Que si las producciones extraordinarias de
la naturaleza, y las que esconde en sus profundos senos, excitan justamente la
curiosidad de los que se dedican á investigar sus maravillas; no debe extrañarse que las obras raras y poco conocidas del arte despierten la
de los hombres, en quienes también es justo reyne el deseo de saber cuanto
hicieron nuestros mayores.
… El
deseo de satisfacer esta loable curiosidad de los literatos, nos obliga á dar razón de un libro español escrito en Inglaterra, libro
sumamente raro y no conocido por bibliógrafo alguno
que sepamos, y del cual ninguna noticia tendríamos nosotros, si la casualidad
no nos hubiese deparado algunos meses ha ver un ejemplar en poder de un amigo
residente en Genova, el cual le estima como es justo, por ser acaso el único
que quedará en el mundo.
Es un
volumen en 8 de mas de 300 paginas, cuyo titulo es Carrascon: palabra escrita con letras grandes en el frontis sobre un escudo que llena casi toda la plana. Vese también repetida
en la orla de él, como apellido del autor, cuyo nombre Thomas está en
ambos lados del tronco de una encina (que en Español se llama también carrasca
cubierta con un gatero episcopal, que es la empresa que en alusión á su
apellido quiso tomar el escritor, según la costumbre
del siglo XVII. y de otros posteriores*. Que este fuese el único motivo para
tomar ese símbolo, y que él no quisiese que su libro fuese reputado por tan vil
como el fruto de aquel árbol, lo manifestó en una cuarteta que escribió al pie de dicho escudo…
…A la
bibliografía no toca formar juicio del mérito intrínseco de esta obra. Lo que
nosotros, prescindiendo de los puntos controvertidos en ella, podemos y debemos
decir á los literatos, es que este libro es uno de los muy
bien escritos en lengua Española, á cuya propiedad y fluidez añade el autor
cierta soltura, y si puede decirse, aquel hermoso desaliño, que tanto brilla en
algunos que escribieron á principios del siglo XVII. y que encanta á los
buenos conocedores de aquel idioma. Es singular la gracia con que en medio de
las discusiones mas serias intercala la narración de algunas anécdotas de su
tiempo: cosa muy difícil de ejecutar á contentamiento del que lee. Ademas de
esto se muestra muy versado en las lenguas orientales y en todo genero de
erudición bíblica, no menos que en la teología, historia y disciplina
eclesiástica. Creemos que la lectura de este libro pudiera ser útil á los
maestros de la religión católica, como lo es la de todas las obras que
contradicen sus dogmas y disciplina; mayormente estando todas sus paginas atestadas
de citas de escritores antiguos y modernos, las cuales servirían de guia á los
que se dedicasen á este genero de controversias.
Por lo
mismo que se ha hecho este libro tan raro y desconocido, suplicamos á los
ingleses ilustrados, que si alguna noticia pudiesen adquirir del autor, ó de
las otras obras que él anuncia en el prólogo haber compuesto, tengan la bondad
de comunicárnoslas ó darlas al público directamente para que no carezca de ello
la literatura».
1826
SALVÁ Y PÉREZ, Vicente. A Catalogue of Spanish and
Portuguese Books, with occasional Litterary and Bibliographical remarks, Londres,
1826, M. Calero, ref. 352 (este ejemplar):
«Excesivamente raro, sino único…
La hoja suplida manuscrita en este ejemplar tiene más de un siglo de
antigüedad y es prueba inequívoca de la rareza del libro. De hecho,
ni Nicolás Antonio, ni ningún otro bibliógrafo, español o extranjero,
ha podido descubrir, la más remota referencia de este autor, o de su
obra, hasta que La Serna Santander lo anunció en el Catálogo de
sus Libros, y los editores de la obra periódica denominada “Ocios de
Españoles emigrados” en el número correspondiente al mes de mayo
de 1824, dieron aviso de esta copia, que es la única de la que
conocemos su existencia».
1831
GOHIER,
L. J. Catalogue de livres grecs , latins , arabes, espagnols, etc. …
composant la bibliothèque de feu m. L. J. Gohier..., París, 1831, Merlín, Ref.
155:
«Obra
compuesta por un monje español que después de haber abjurado del catolicismo,
se retiró a Inglaterra donde el rey le dio una canonjía en la catedral de
Herefordt. Está dirigido contra la Iglesia de Roma y principalmente contra las
órdenes religiosas en España. Nuestro ejemplar tiene las dos últimas hojas
manuscritas. A pesar de este defecto, que no es menos destacable, el libro es
de la mayor rareza».
1848
CARRASCÓN DE LAS CORTES Y MEDRANO, Tomás. Carrascon. Segunda vez impreso con
mayor correcion y cuidado que la primera. Para bien de España. S.l., s.f. (c. 1848), s.e.
Edición preparada y editada a expensas de Luis Usoz y
del Río. Esta segunda edición de Carrascón abre la serie de veinte volúmenes,
Reformistas Antiguos Españoles, RAE, intento editorial de rescatar textos perdidos
y expurgados de los reformistas españoles.
En el 2º Apéndice de la obra se menciona la rareza de
la primera edición y los ejemplares conocidos, en base a la información y estudios
de Wiffen:
«En cuanto a la rareza de la 1ª Edición del Carrascon, bastará dezir, que
un ejemplár, falto de la última hoja, que poseía el a. de 1826 D. Vicente
Salvá, le tasa en su Catálogo, en L. 12. 12 s. que equivalen a mil reales vn.—
I. B. W. asegura, que en Inglaterra , no se conozen en el día, mas que dos
ejemplares de la 1ª. Edic. del Carrascon, ambos, en el Museo Británico. El uno,
fue del difunto Sir T. Grenville: que legó toda su Librería, á la citada
Biblioteca, la primera de su país».
1854
GÓMEZ DE LA CORTINA, Joaquín (Marqués de Morante). Catalogus librrorum Doctoris D. … March. De Morante, qui in aedibus suis exstant, Madrid, 1857, Eusebio Aguado. T. 1, Ref. 1043:
Ejemplar encuadernado en tafilete verde, «Rarísimo, ejemplar que perteneció á D. Antonio Ranz Romanillos, cuya firma se ve en la primera hoja».
1860
BRUNET, Jacques-Charles. Manuel du libraire et de l'amateur de libres, París, 1860, Firmin Didot, T. 1, Col.
1598:
«La gran rareza de este volumen es constatada en una
nota curiosa, bajo el número 1051 del catálogo de La Serna Santander, donde sin
embargo el ejemplar descrito no marcó mas que 1 fr. 50c. Este mismo ejemplar ha
sido venido después en 50 fr. Renouard; otro anunciado como puede ser único
en el catálogo del librero Salvá nº 352 y que tenía las dos últimas hojas
manuscritas, 20 fr. 50c. Gohier, en 1831».
1861
BOLETIN BIBLIOGRÁFICO ESPAÑOL, Madrid, 1861,
Antonio González. Nº 1, Año II, Tras pág. 296 “Boletín de anuncios” referencia
la segunda edición de la obra mencionado la rareza de la primera y el ejemplar
del marqués de Morante.
1872
SALVÁ Y MALLÉN, Pedro. Catálogo de la Biblioteca de Salvá. Valencia, 1872, Imprenta de Ferrer de Orga.
Contiene el Prólogo del Catálogo dos referencias al Carrascón: la relativa a su rareza y precio y la de su clasificación en la segunda clase de rareza de las siete que establece Pedro Salvá: «Entran en segundo lugar aquellos otros de que no se sabe exista mas que uno ó pocos ejemplares».
1874
BOEHMER,
Edward. Bibliotheca
Wiffensiana. Spanish Reformers of two centuries from 1520. Estrasburgo, 1874, K. Trübner, Trübner, Trübner & Co. (reedición 1962, Burt Franklin, Nueva York).
1880
MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Historia de los heterodoxos
españoles. (tomado de la edición de Madrid, 1946, CSIC. T IV, p. 186):
«Los bibliófilos ponen en las nubes la rareza de este
librillo. Salvá vendió uno en Londres el año 1826, por doce libras esterlinas y
doce sueldos: precio que hoy pudiera duplicarse, atendiendo al actual valor de
los libros».
«Hay dos ejemplares en el Museo Británico; otro poseía
Usoz; otro fue de don Bartolomé J. Gallardo, y después, del marqués de Morante».
Vicisitudes del ejemplar Salvá del Carrascón
El ejemplar del Carrascón del que damos noticia
en este artículo tiene algunas vicisitudes particulares de interés para los
bibliófilos.
Nuestro ejemplar tiene la última hoja impresa -evidenciándose proviene de otro ejemplar-, y carece de la hoja manuscrita. Sin embargo, aunque no figura relacionado en el Catálogo de la biblioteca de Salvá, lleva su exlibris pegado en la hoja de guarda (pero no el supralibris de Salvá en los planos de la encuadernación).
¿Conjeturas de todo ello? Pensamos en una solución sencilla y lineal: el presente ejemplar es, sin duda alguna, el mismo que vendió Salvá en Londres en 1826 (evidenciado, entre otros, en la particular coincidencia de falta de la última hoja). Vendido por Salvá, un posterior propietario sustituyó la hoja manuscrita por hoja proveniente de otro ejemplar y añadió el exlibris, en papel, de Salvá en la guarda de la encuadernación.
No es imaginable que Salvá -con la insigne rareza de esta obra y los elogiosos párrafos que le dedica en su catálogo de venta de 1826-, caso de haber conservado o recuperado el ejemplar, no lo hubiese incluido en sus fichas en las que su hijo Pedro se basó para la confección del Catálogo de la Biblioteca de Salvá.
Al contrario, Pedro Salvá en el Prólogo al Catálogo, hace referencia dos veces al Carrascón. La primera en la introducción a las famosas "reglas generales" de clasificación de rareza de los libros. Pedro Salvá cuestiona la utilidad del precio marcado o rematado en subasta de un libro como base comparativa para establecer el de otro ejemplar de la misma edición.
Y pone Pedro Salvá, en el Prólogo, como ejemplo el Carrascón: "Tambien supongo que se guardaría bien de comprar el Carrascon de 1633, que es uno de los libros castellanos más raros, si les pidiesen por él 30 reales, sabiendo que en la venta de La Serna Santander solo produjo 6, a pesar de llevar una nota mui curiosa de este bibliógrafo".
Vuelve a citar la obra dos páginas más adelante del Prólogo estimando su rareza "Y en razón de la clase y contenido se aprecia más un tomo de Poetas, de median rareza, de 1620 por ejemplo, que el Regimiento de príncipes de 1494, Los cinco libro de Séneca de 1491, etc., etc., y acaso que el Carrascon, que indisputablemente pertenece á la segunda clase".
Respecto al exlibris del ejemplar se evidencia la imposibilidad temporal de que fuese puesto por Salvá (bajo la hipótesis, plenamente probable, que una vez vendido el ejemplar en 1826, no volvió a recuperarlo).
Téngase en cuenta que Salvá
vende el ejemplar en 1826 y el exlibris de su biblioteca lo diseña y
confecciona, junto con su hijo Pedro, quince años más tarde, alrededor de 1841
(véase en Carola REIG SALVÁ, pág. 234, carta desde París de Pedro a su padre, de
fecha 12 de enero de 1841, con reflexiones acerca del diseño del futuro ex libris de su biblioteca particular «No me
parece que se debe poner en el escudito para nuestra biblioteca las armas de
Valencia para que a nadie le pase por la cabeza que se han puesto como signo de
nobleza. Lo que yo sí pondría, si V. me lo permite, son dos manos unidas para
indicar que los dos unidos trabajamos para formarla»).
Por último, nótese también, que según Brunet el ejemplar Salvá pasó a Gohier y fue vendido en la subasta de su biblioteca. Sin embargo el ejemplar Salvá estaba falto de la última hoja y el de Gohier de las dos últimas. ¿Será el mismo ejemplar o parece, más bien, confusión de Brunet?
Referencias
CCPBE: dos ejemplares (BNE y Lázaro Galdiano), British Library: dos ejemplares (uno de ellos, ej. Thomas Grenville), CCFr: un ejemplar en Bibliothèque du protestantisme français, con procedencia: A.S. Romanillos – Bartolomé José Gallardo – Gómez de la Cortina – Alfred André (1827-1896) e ingresado, en 1913, a la muerte de su viuda, en la Société de l'Histoire du Protestantisme Français.
Un ejemplar de la segunda edición del Carrascón y de la Liturgia inglesa
Concluimos el articulo dando referencia de un ejemplar
de la segunda edición del Carrascón -dada a las prensas por Usoz, entorno a 1847, con la colaboración de Wiffen-, y de un ejemplar de la Liturgia
inglesa, también obra de Tomás Carrascón impresa en español en Londres, 1623.
Encuadernación inglesa contemporánea, en plena piel época, lomo con nervios y dorados, planos
enmarcados, cantos, contracantos y cortes dorados. 8º. 150 x 103 mm.
Colación:
Portada (impresa en verde), LXXII págs. de “Observaciones
previas”, 1h. con reproducción de la portada de la edición de 1633, 391p. (en
la pág. 361 principia el “apéndice o Notas” y en la 381 “2º Apéndice. Pruébase
en él, que Tejeda fue el A. del Carrascón”.
Nótese, como indica Menéndez Pelayo que “el segundo
apéndice se tiró aparte, y falta en muchos ejemplares”.
CARRASCÓN DE LAS CORTES Y MEDRANO, Tomás. Liturgia inglesa o Libro dl Rezado
publico, de la administracion de los Sacramentos, y otros Ritos y ceremonias de
la Yglesia de Inglaterra. Augusta Trinobantum (Londres), 1623, s.e.
Plena piel época, lomo con nervios y dorados, planos
enmarcados, cantos y cortes dorados. 8ºm. 187 x 145 mm.
Colación:
264 h. sin numeración.
Palau 139090, no en Salvá.
CCPBE: 3 ej. (todos en BNE y de ellos uno ej. Usoz, y otro ej.
Wiffen).
9 comentarios:
Como comentábamos ayer, no abundaré en la enorme alegría que me da volver a leer andanzas de libros viejos. De éste no había oído hablar en la vida, así que he aprendido bastante con tan detallada explicación. Sorprendente enigma que siendo el libro de tan extremada rareza haya podido completarse la hoja manuscrita con otro ejemplar. Leía el otro día la compilación de artículos y conferencias de Umberto Eco sobre bibliofilia que ha salido hace poco y me sorprendía una vez más lo entretenida que puede resultar la historia que hay detrás de un libro antiguo. Lo confirmo de nuevo hoy. Diego, un fuerte abrazo.
Querido Urzay, también ¡gran alegría saber de ti! Espero estéis todos bien, con salud y sin sustos. Estuve persiguiendo referencias a esta obrita tan rara y pensé que el resultado sería una manera de despertar de su siesta al blog. Aunque llevo una temporada sin asomarme a este foro, sigo persiguiendo y reuniendo algún librillo raro. Gracias por la referencia de los artículos de Eco que desconocía, los leeré con interés. Si vienes por VLC no dejes, por favor, de avisarme. Un abrazo fuerte y seguimos en contacto.
Cierta frescura renace en Diego Mallén tras casi una década de entrañables e interesantes artículos bibliófilos. ¡Qué buena noticia, Diego! Al recordar en cierto modo la frase atribuída a Fray Luis de León tras su cautiverio, pones de manifiesto lo que decía don Gregorio Marañón sobre los efluvios de longevidad que los libros emanaban y que propiciaban la longevidad de los libreros. De la misma manera los libros te llevan, en su vital esencia rejuvenecedora, a escribir de nuevo sobre ellos, no solamente con el mismo interés de antaño sino también mostrando en tus líneas tu gran conocimiento bibliográfico que demuestta que no solo se mantiene intacto sino que se acrecienta con los años, en este caso, con un ejemplar sublime de la rareza.
Resulta excepcional el Carrascón lo mires por donde lo mires. A mí me llama poderosamente la atención su carácter fugitivo. Un libro que nace con la misión común de todos los libros que es la de divulgar, pero también, en este caso, la de salvaguardarse de sus enemigos varios que lucharían por destruirlo. Esas circunstancias conforman su estructura y propician su rareza.
Por otro lado, resulta maravilloso que ese rarísimo libro, realmente rescatado por Salvá en Londtes, termine en la casa común valenciana, la gran biblioteca de Diego Mallén, que sigue creciendo a paso firme en la excelencia.
Querido Lamberto, muchas gracias por tus palabras. Parece ayer cuando manteníamos nuestros blogs bibliófilos y conversaciones instructivas. Veo que la actividad de los blogs quedó parada desde hace uno, tres, diez años... Como apunta Urzay probablemente también este medio de comunicación ha devenido obsoleto.
Después de dedicar algún tiempo este agosto al Carrascón pensé en dejar en el blog el resultado de mis búsqueda. Tuve suerte en dar con este raro ejemplar y añadirlo a la pequeña librería mallensiana. No tuve la misma fortuna cuando recibí, también en
pleno agosto, una invitación de Christie’s para participar en una venta privada de uno de los
Poquísimos ejemplares conocidos del rarísimo Confusion de Confusiones, impreso en Amsterdam en el XVII por un judío español también expatriado. Es el Primer tratado impreso en el mundo sobre bolsa y acciones: el precio pedido tiene siete cifras. Espero que vea pronto la luz tu trabajo tan interesante que me comentaste.
Nos vemos en este mes de noviembre para hablar y ver algún librito.
Un abrazo!
Muy interesante la noticia de la existencia del impreso judio, Confusión de Confusiones, que yo desconocía. Como tu Carrascón este primigenio libro sobre bolsa y acciones forma parte de los que yo llamo, Impresos Singulares Absolutos. Impresos que aunan en sí mismos varias unicidades en cuanto a número de ejemplares, en cuanto a ser los primeros en tratar una temática importante o muy rara y extrema rareza en cuanto a circunstancias de impresión, edición y autor. Resulta normal que le acompañen al volumen esas siete cifras. Siempre queda la esperanza y remota posibilidad de que aparezca ejemplar en manos profanas. Ya sabes que todo es posible en bibliofilia.
Un abrazo, Diego!
Querido Lamberto, muchas gracias por tu comentario. En efecto, el reducido tamaño del Confusión invita a imaginar que damos con ejemplar perdido y despreciado en un estabte polvoriento, buhardilla olvida o en
Montón de libros revueltos en puesto ambulante. Por 50 euros lo conseguimos!! Igual que el sueño de Eco y creo de Renouard con la Biblia de las 42 líneas y con el Poliphilo, respectivamente. Más inviable su sueño pues ambos libros son de imponente factura y difícilmente pasarán desapercibidos para su propietario. De Confusión hay varias ediciones facsímiles. Una de ellas de los años 50-60 impresa en buen papel,
Muy recomendable y a buen precio. El sábado nos vemos. Abrazos!
Pero qué maravillosa sorpresa volver a ver el blog con actividad. Yo sigo pensando que es un medio idóneo para la difusión cultural. Más sosegado que las redes sociales tan frenéticas y algorítmicas
El Carrascón, en singular "ejemplar Salvá", es una pieza magnífica se mire por donde se mire.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario Ben-Cheroni. Tras una década de silencio el sol de Altea revivió el blog. Reposado y reflexivo sí es este medio. La desmotivadora longitud del artículo es impensable en esa artificiosa mistificación llamada “medios sociales”. Nos conocemos de Valencia? Saludos muy cordiales!
¡Uy, perdón!
He comentado con el nombre de perfil de mi blog.
Sí, nos conocemos, Diego. Precisamente mañana hará seis años que soy un felicísimo Isabel-153.
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