viernes, 12 de junio de 2009

¡Gades Constitución!

Hemos encontrado esta anotación manuscrita en la primera hoja de un libro impreso en Valencia a inicios del siglo dieciséis. Las dos elocuentes palabras aparecen en el interior de la corona de laurel de la xilografía que orla la parte inferior de dicha hoja.

Lo interesante -al menos para quien estas líneas escribe-, es que el libro proviene de la biblioteca de Salvá y con toda probabilidad también es de su puño y letra el admirativo prono “Gades Constitución”. Sin duda Vicente Salvá –que con más de un cuarto de siglo en el exilio pagó su encendida defensa del ideal constitucional-, estampó en este libro su homenaje particular a la primera Constitución Española, promulgada en Cádiz en 1812. Imaginamos a Vicente Salvá, contemplando la corona de laurel y el espacio en su interior que el impresor de la obra –al uso y costumbre habitual de la época-, dejó en blanco para que en él pintase sus armas, emblema o nombre el propietario del libro.

Y Salvá recordando a Plinio -que afirmaba que el laurel, árbol dedicado siempre a los Triunfos, es “el portero de las Casas de los grandes Emperadores y Pontífices y embajador de la Victoria”-, debió pensar que no había mejor lugar para ensalzar la Constitución. Y como recuerdo y admiración al ilustre bibliófilo -diputado de las Cortes de Cádiz-, recuperamos su anotación en este artículo. Y para ello, de los Triunfos de Plinio pasamos a los del sofista Apiano Alejandrino que es el autor del libro en cuestión.

Apiano Alejandrino. Los Trivmphos de Apiano. Valencia, 1522, Juan de Jofre, folio, 280 x 204 mm. Colación: 12 hojas preliminares, en impresión gótica a línea tirada (incluyendo portada iluminada de época), CXLIIII folios en impresión gótica a doble columna (145 folios en realidad, pues hay dos folios con la misma numeración: CXXXVI).

El ejemplar está encuadernado en holandesa del siglo diecinueve, lomo con nervios, planos en percalina con supra libris dorado de Salvá al centro, cortes jaspeados. Ex libris de Ricardo Heredia, conde de Benahavis.

.

Ex libris de Ricardo Heredia, conde de Benahavis.

Esta edición valenciana de Apiano fue traducida al castellano por el Bachiller Juan de Molina. La obra es muestra de la elegancia y calidad que alcanzan las prensas valencianas durante el primer tercio del siglo dieciséis. La portada de la obra está impresa a dos tintas (en caracteres redondos) y lleva las armas de don Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, marqués de Zenete a quien el traductor Molina dedica la obra. En este ejemplar, como en otros censados, las armas y la corona de laurel están coloreadas de época. Especial interés tienen las siete hojas preliminares con la Carta Prohemial, del Bachiller Juan de Molina. Esta Carta es la primera narración impresa de los sucesos acaecidos en el Reino de Valencia durante la llamada guerra de las germanías. El movimiento de las germanías arranca en 1519 con revueltas populares como respuesta a los intentos centralizadores del emperador Carlos V y de modificación de los Fueros concedidos a Valencia por el rey Jaime I.

Juan de Molina cuenta como ante el cariz de los acontecimientos y el poder y apoyo creciente de los agermanats el Virrey de Valencia, don Diego de Mendoza conde de Melito, abandona la ciudad. Los líderes del movimiento de germanías, modestos artesanos, tienen el apoyo del pueblo y parte de la nobleza. Han pasado cinco siglos y en Valencia recordamos con respeto a aquellos humildes y honrados oficios como el tejedor Guillén Sorolla, el dulcero Juan Caro, Juan Lorenzo, el velluter Vicente Peris y la enigmática y romántica figura del llamado El Encubierto.

Lo que se inició como movimiento reivindicativo acabó -como todas las revueltas-, en saqueo, pillaje y asesinato. Cuentan las crónicas que el cabecilla Juan Lorenzo, falleció de pena al ver como el populacho enfurecido asesinaba en la calle a un sacerdote que salió en defensa de un partidario del Emperador.

Ante el caos creciente la Ciudad pidió a don Rodrigo de Mendoza, hermano de don Diego, que asumiese el cargo de El Justicia, dirigiese las tropas leales al Emperador e iniciase negociaciones con los agermanats. Rodrigo de Mendoza -personalidad encendida, que llegó a reunir una biblioteca selecta próxima al millar de títulos y nieto del marqués de Santillana-, con temple y diplomacia, sofocó el movimiento. La crónica de Juan de Molina en la Carta Prohemial es una gran loa a la acción de don Rodrigo. 

.Los capítulos que componen la Carta Prohemial son los siguientes: ·La açeptación que el señor Marques hizo del baston de cargo de Justicia. (Ante la marcha del Virrey, don Rodrigo de Mendoza, su hermano, acepta ser El Justicia de Valencia). · La vandera cobrada en Monviedro y la muerte de la muy illustre señora Marquesa. (Describe la muerte de la mujer de don Rodrigo, doña María de Fonseca y Toledo. Años antes, don Rodrigo locamente enamorado la raptó del convento donde profesaba y consiguió el matrimonio, al que se opuso la reina Isabel la Católica. Don Rodrigo falleció a poco de sofocar las germanías lleno de melancolía por la muerte de su amada esposa. Ambos descansan en el bello sepulcro en la Capilla de los Reyes de la iglesia de Santo Domingo de Valencia).

· Ellartilleria tomada camino de Monviedro.

· La entrada del. S. Marques en Xativa.

· La batalla avida dentro en Xativa yprission del señor Marques.

· El jueves de Viçent Perez. (El nombre del cabecilla de las germanías era Vicente Peris, no Pérez).

· La providencia hecha en los tres días siguientes por parte del illustre señor Marques contra Viçent Perez.

· La muerte de Viçent Perez. (Asediado por las tropas de don Rodrigo que incendiaron su casa de Valencia en la calle de la Virgen de la Gracia).

· La muerte del Encubierto. (Así se hacía llamar Don Enrique Manrique de Ribera: el ql con sus hereticas sectas de treaydor depues de la muerte de Viçent Perez se levanto côtra Dios predicando ley nueva: y contra el Rey haziendose cabeça de sus enemigos y rebeldes). Figura romántica inmortalizada en varias novelas entre ellas la del cronista de Valencia Vicente Boix.

· La venida de los de Algeziras (Alzira) sobre Valencia.

· La yda del señor Marques en Castilla.

· El continuo trato q los rebeldes siempre tovieron dentro de Valencia y en el reyno por matar al señor Marques.

· Epilogo de lo susodicho y conclusiones de la presente Epistola. (En este epílogo e impreso en letras rojas Molina cita la enseña de don Rodrigo: Lavdo Mia Sorte). Concluye la narración de los hechos Molina fechándolos en Valencia el 20 de agosto de 1522. Continúa la Carta proemial con un último apartado dedicado a comentar la traducción de la obra de Apiano Alejandrino. Aprovecha el bachiller Molina para hacer crítica de los libros de caballería: “No estan aqui las ficciones ventosas de Esplandian, ni las espumas de Amadís: ni los humos escuros y espessas nieblas de Tirante: ni los vanos tronidos y estruendos fantastigos de Tristan y Lançarote: ni los encâtamientos mintrosos que en estos libros que he dicho y otros como ellos falsamente se leen. Los quales todos (como Petrarca muy bien dize) hinchê las cartas de los sueños. Las guerras de los romanos muy valerosamête tratadas: por animosos y exçelentes capitanes hechas: y con muy entera fieldad escritas: esto es lo que el lector en el presente libro hallara”.

Molina indica que continuará la obra con un segundo volumen, que no llegó a imprimirse, con la continuación de las guerras civiles y los tratados de Ilria y Céltica.

Tras la Carta Prohemial siguen dos hojas con Tablas y tras ellas el folio I con el principio de la traducción de la obra de Apiano. La obra está dividida en cuatro partes, cada una de ellas dedicadas a las guerras y triunfo de Roma en el exterior: Africa, Siria, Partos y Mitrídates. 

.La obra finaliza, al recto del folio 145 (numerado 144), con una nota del impresor Jofre pidiendo la disculpa al lector por los errores que haya podido encontrar en la impresión y criticando a quienes como dice el Evangelio "ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio":

"Suelen algûos lectores ser tan delicados que por vna sola letra que hallen mas o menos: mudada o alterada: pierden toda la paciencia contra el imprimidor y corrector dela tal obra. Yo les ruego pues que tengan paciencia. Y si quieren culpar empiecen por si mesmos que piden impossibilidades. Sino si mucho me enojan remitirlos he alos que el sagrado euangelio condena: qûado reprehendiendo vna semejante condición de hombres dize: ponen sobre los otros cargas intolerables y ellos no quieren tocarlas con el dedo. Esta negociación es de tal condición que no basta diligencia por buena vista y entendimiento que tengan los que en ello entienden forçosamente se atraviessan algunas miserias de las que he dicho he: aunque el hombre se torne pauon y se haga todo ojos como argos el griego. Por tanto el lector modesto y de gentil animo con humanidad lo sufra si algún tal defecto hallasse: y con prudente paciencia lo emiende yo se lo suplique: porque si en otra tal se viere dios depare quien otro tanto haga porel. Deo gratias".

Al verso del folio 145, emblema del impresor (sirena de doble cola) y colofón orlado: "A loor dela sanctissima trinidad padre hijo spiritusancto. Dela gloriosa reyna de los angeles Maria virgen sacratissima: dlos bienauêturados sanctos. B.P.H. Se acabo la parte primera d Appiano Alexandrino Sophista: en la insigne ciudad d Valencia a veynte del mes d Agosto d nuestra reparacion Mil D.XXII. por industria dl experto y solicito maestre Juan Joffre iprimidor êsu officna dicha comunmente al molí dela Rouella".

Haremos notar que hemos visto ejemplares con la palabra “Rovela” en vez de “Rovella” que es la adecuada.

Salvá, 2777: (este ejemplar): “Este libro es raro y además sumamente curioso; porque en la citada dedicatoria de Molina, fechada en Valencia el 20 de agosto de 1522, y dividida por capítulos, se encuentra una difusa narración de lo ocurrido en este reino al tiempo de la impresión de la obra, por las turbulencias de la Germanía, siendo jefes de los revoltosos el famoso Viçent Perez (Peris, no Pérez), y el célebre don Enrique Manrique de Ribera, llamado el Encubierto… El… escudo es del impresor Jorge Joffre, que tantas y tan buenas obras dio a luz en los primeros años del siglo XVI”.

Heredia, 2995. Brunet, I, 358. Graesse, I, 170. Serrano Morales, pág. 235. Palau, 13810: “De la dedicatoria se desprende que el traductor fue el bachiller Juan de Molina… Este precioso libro ha figurado en muchos catálogos de libreros a precios que oscilaban de 200 a 350 pesetas, pero actualmente, 1944, vale cuatro veces más”.

Granata, Catálogo de libros antiguos. Siglo XVI, Almería, 1980, pág. 8-9, ref. 13. Reproduce en el catálogo la portada y colofón, con la palabra final Rovela: “Prototipo de la reciedumbre y hermosura del libro gótico español”.

James P. R. Lyell, La ilustración del libro antiguo en España, Madrid, Ollero y Ramos, 1997, pág. 150-51. Reproduce también el colofón en la figura 83 de la obra. Palabra final: Rovela. Juan Antonio Yeves Andrés, La estética del libro español. Manuscritos e impresos españoles hasta finales del siglo XVI en la biblioteca Lázaro Galdiano, Fundación Lázaro Galdiano, Madrid, 1997, ref. 47, págs. 214-15. Reproduce el colofón del ejemplar de Lázaro. Palabra final: Rovella. Medidas: 275 x 205 mm.: “La obra presenta en la portada el escudo de don Rodrigo de Mendoza a quien dedica el libro su traductor, Juan de Molina. En este ejemplar el escudo de la portada se encuentra coloreado a mano; según Lyell es frecuente que aparezca en este estado. La estampa de la sirena que vemos en el colofón, es la marca que utilizó Joffre en muchos de sus libros”.

Un alto grado de simbología acumula el emblema del impresor Jofre: la sirena bífida o tal vez la Equidna mitológica. Concluiremos con la referencia que la profesora Kretzulesco-Quaranta hace de esta representación:

"...el tema de las fuerzas que presiden la eclosión de la vida en la tierra empapada de agua. Estas fuerzas, tradicionalmente, se representan con una máscara de león que vierte el agua de las fuentes. Son las que antiguamente invocaban las jóvenes novias cuando se bañaban, la víspera de la boda, en el nacimiento de un río, pronunciando la invocación sacramental: «Fecunda, pare, re-pare».
Aquí, el grupo de la sirena y los leones representa la fertilidad de la tierra irrigada. El elemento acuático está simbolizado por la sirena, que vive en el agua; la fuerza del fuego solar, por los leones. La pareja de leones con las cabezas divergentes es la representación mitológica de la energía cuya acción se traduce en la circulación del fluido vital por la savia de las plantas. Una energía bipolar, como la electricidad. recordemos que Adriano situó una sirena bífida en el frontón del Serapeum que erigió en Efeso, que los Colonna (¿descendientes de los Julii?) adoptaron el emblema y que se encuentra en El Sueño de Polifilo."
.
Emanuela Kretzulesco-Quaranta, Los jardines del sueño. Polifilo y la mística del renacimiento, Madrid, 1996, Ediciones Siruela, pág. 279.

Al igual que el impresor Jofre pedimos disculpas al lector modesto y de gentil ánimo. En nuestro caso por la confusa dispersión del contenido de este artículo: de las guerras de Roma hemos pasado a las de germanías de Valencia, continuando por la Constitución de Cádiz de la mano de Vicente Salvá y acabando en los jardines de Bomarzo recordando a Polifilo.
.
Prometemos en el próximo artículo información detallada y concreta del Salon International du Livre Ancien que se inaugurará el viernes próximo, 19 de junio, en el Grand Palais de París.

7 comentarios:

Galderich dijo...

Fantástico!
De esto se dice exprimir un libro con todo su zumo.
Un viaje por todos los rincones desde la emocionante inscripción alusiva a las Cortes de Cadiz, un paseo por la historia de les germanies y después la hermosa sirena de dos colas, con toda su miga.
Además, magnífico ejemplar de tu bienamada Salvà, què más se puede pedir!

PD. En la Edad Media en los territorios de habla catalana-valenciana el apedillado Pérez, al ser difícil de pronunciar, eran adaptados como Peris, tal como era la pronunciación de estos hablantes. Aquí el traductor, consciente de la adaptación del apellido, ha vuelto a rebautizar al lider de las germanias.

Galderich dijo...

Esperamos tu comentario sobre la Feria de París.

Rui Martins dijo...

Amigo Diego
Un libro exquisito y bien hermoso, lo cual demuestra, de acuerdo con lo que tú exhibes y describes, la elegancia y calidad de las prensas valencianas durante el primer tercio del siglo dieciséis,las cuales son cuasi desconocidas para mí.
Excelente proveniencia! (Como te debes sentir feliz por poseer un tan bello ejemplar de la biblioteca de Salvá).
Preciosa descripción bien complementada con las magnificas fotografías, portada muy bien impresa, delicadas letrinas y el texto en gótico, típico de esta época, y por final lo descriptivo del emblema del impresor y de su simbología.
Te felicito por esto magnifico libro y por compartirlo con nosotros.
Saludos bibliófilos

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Diego.
Una joya como la que nos muestras, merece el agotamiento de todas las posibilidades estéticas e históricas que presenta, tal como lo haces, lo cual se agradece sobre manera.
En este caso es inevitable meditar, sobre la transformación de los signos con el paso del tiempo. En la actualidad una sirena con dos colas es el logo de la mayor cafetería del mundo. ¡Como cambian las cosas!.
Maravillosa la relación que haces con el escudo de los Colonna, si le agregas las columnas de Hércules es casí idéntico.
Saludos bibliófilos.

Diego Mallén dijo...

Amigos Galderich, Rui y Marco Fabrizio: gracias por vuestros comentarios. Cuando terminé el artículo pensé aquello de "quien mucho abarca..." pero hay un hilo desde la nota de las Cortes de Cádiz hasta el Polifilo.

Respecto al libro tienes razón Rui, es un gótico precioso y me quedo con las palabras del librero (y militar) Antonio Moreno, propietario de Granata en su catálogo: "Prototipo de la reciedumbre y hermosura del libro gótico español".

¡No había caído en el símbolo de la cadena de café! Acabo de verlo en el que tenemos al lado de casa: ¡una sirena bífida!

prometo contaros con detalle el Salón de París.

Saludos bibliófilos.

lamberto palmart dijo...

La excelencia reunida en todos los ámbitos. Creo que en un solo libro no se pueden reunir tantas cualidades sublimes, su procedencia, su exlibris, "Los triunfos de Apiano" en edición valenciana de Jofre, con características tan sobresalientes, su tipografía y colofón,etc. En fin todos los detalles que como dice Galderich, exprimes de forma magistral dándonos una vez más una lección de historia y bibliofilia.
Además creo recordar que fué uno de los libros, que al tenerlo en mis manos en mi primera visita a tu biblioteca, provocó que se me erizaran lo pelos, al tener el privilegio de tener en mis manos tan soberbio libro; inolvidable.

Como todos, a la espera de tus noticias del salón de Paris.

Saludos bibliófilos.

Diego Mallén dijo...

Amigo Lamberto, en efecto en tu visita primera estuvimos comentando sobre este ejemplar. La imprenta valenciana de los primeros años del XVI es soberbia, excelsa y Jofre ocupa lugar destacado entre los impresores valencianos del momento (no tiene impreso alguno incunable por lo que debió establecerse en Valencia a comienzos del XVI): Por cierto hace poco salió en Las Provincias que con motivo de las obras de la estación del metro en el Mercado Central apareció restos del Molí de la Rovella, que estaba entre la actual Avda. Barón de Cárcer y la calle Pie de la Cruz. No solo estuve Jofre allí sino otros impresores del XVI y XVII.

Me llevo la cámara de fotos al Salón…

¡Saludos bibliófilos!