miércoles, 29 de abril de 2009

Henry Merimée: un hispanista devoto de Valencia

La visita a las librerías de viejo siempre es gratificante. Hoy el azar ha puesto en nuestras manos dos obras del hispanista francés Henri Merimée (1878-1926). Al interés por la temática de ambos libros -la edad de oro del teatro valenciano-, añadimos su relativa rareza y el regusto bibliófilo al observar que los ejemplares están enriquecidos con dedicatoria autógrafa de su autor.
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Henri Meriméefue profesor en la Universidad de Toulouse y Montpellier. Fue Director del Instituto Francés de Madrid (cargo en que sucedió a su padre, Ernest Merimée, fundador de esta institución a comienzos del siglo veinte y organizador de los primeros cursos de verano realizados en España: Burgos, 1908).
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Henri Merimée estudió con profundidad e in situ a los autores dramáticos valencianos que florecieron a caballo del siglo quince y dieciséis.

Como fruto de su trabajo dio a la estampa la edición crítica de El prado de Valencia de Gaspar de Mercader y varios ensayos sobre otros escritores dramáticos valencianos: el canónigo Francisco Tárrega, Guillén de Castro, Carlos Boyl de Canesmas, Gaspar Aguilar, Ricardo de Turia.

Hemos tenido la fortuna de encontrar un ejemplar de la obra más importante de Henri Merimée: L'art dramatique a Valencia y también de su ensayo Spectacles et comédiens a Valencia ambos títulos impresos en Toulouse en 1913.


Henri Merimée: L'art dramatique a Valencia

Henri Merimée. L'art dramatique a Valencia depuis les origines jusqu'au commencement du XVIIe siècle par... Docteur ès Lettres. Bibliothèque méridionale publiée sous les auspices de la Faculté des Lettres de Toulouse. 2e Serie – Tome XVI. Toulouse, 1913, 4º, Imprimerie et Librairie Édouard Privat. 260 x 165 mm.

Colación: guardas de respeto en papel azul, 5 hojas preliminares comprendiendo anteportada, portada, dedicatoria (A la mémoire de ma Mère et a mon Père), prefacio y hoja de abreviaciones, 734 págs.

Nuestro ejemplar se encuentra en condición original (encuadernación de espera -reliure d’attente-, con cubiertas de papel azul de respeto, siendo encuadernado, para su mejor preservación -manteniendo dichas cubiertas-, por Felipe Doménech). 

La obra está cuidadosamente impresa sobre grueso papel, con amplios márgenes y elegante tipografía. Este ejemplar lleva dedicatoria manuscrita del autor a D. Francisco Martí y Grajales, periodista y ensayista valenciano (1862-1920).

(Nótese el perfecto español del que hace gala Merimée en esta dedicatoria -en la siguiente-, y la castellanización de su nombre Enrique).

L’art dramatique a Valencia está divido en cuatro partes: la primera trata sobre los orígenes del teatro tanto religioso como laico, la segunda está dedicada al teatro popular con especial atención al insigne Juan de Timoneda, la tercera al Seudo-clasicismo de Lorenzo Palmireno, Cristobal de Virués y Rey de Artieda y en la cuarta y última parte estudia la comedia valenciana: describe en primer lugar la sociedad valenciana de la época, sus lances, vida pública y privada (que con muy actual estilo periodista podemos leer en Dietarios valencianos de la época como el de Jeroni Soria –principios del siglo XVI-, o el posterior de los hermanos Vich) para concluir con el estudio de sus principales autores: el canónigo Francisco Tárrega, Gaspar Aguilar y Guillén de Castro.

En las págs. 651-654 relaciona Merimée las bibliotecas valencianas a las que acudió a consultar y obtener documentación. Reconoce que las obras dramáticas valencianas del XVI y XVII “sont d’une extraordinaire rareté” (¡y esto hace ya cien años!).

Especial mención dedica a la Biblioteca de la Universidad indicando que se constituyó el 7 de julio de 1785 a partir de la donación que el sabio hebraísta Francisco Pérez Bayer hizo de veinte mil volúmenes de su librería particular. 

Permítame el lector desviarnos por unos segundos de la línea argumental de este artículo e invitarle a evocar la ceremonia de entrega de tan magna colección: tuvo lugar en la capilla de la Universidad, dedicada y presidida por su Venerable Patrona, la Virgen de la Sapiencia. 

Pérez Bayer, como acto simbólico, hizo entrega a las autoridades académicas -sobre bandeja de plata-, de los seis preciosos volúmenes en folio que componen la Bibilia Políglota Complutense del Cardenal Cisneros, impresa en Alcalá, 1514-17, por Guillén Brocar. Veintisiete años después de aquél acto emotivo -un fatídico 7 de enero de 1812-, la biblioteca fue consumida pasto del fuego: una bomba lanzada por las tropas francesas mandadas por el mariscal Suchet -durante el asedio de la ciudad-, cayó en el edificio de la Universidad.

Cita también Merimée las bibliotecas de José Antonio Serrano Morales, Vicente Vives y Liern, Luis Tramoyeres Blasco, el canónigo Roque Chabás, Francisco Martí Grajales, José Churat y Saurí y el legado de José María Molés al Ayuntamiento formado por 1.222 obras dramáticas valencianas. No da referencia alguna a la biblioteca de Salvá pues en dicha fecha (1913) hacía ya más de veinte años que había salido de Valencia dispersándose en venta pública en París (entre mayo de 1891 y mayo de 1894).

(Nótese, en estas fotografías de muestra, la cuidada impresión sobre grueso papel con grandes márgenes). 

Es cierto que los bibliófilos usamos, en muchas ocasiones, el término rareza con bastante alegría. Quien este artículo escribe atribuye tal calificativo a las dos obras de Merimée que acaba de conseguir. No es mal ejercicio releer, de tiempo en tiempo, los grados de rareza que Pedro Salvá establece para los libros en el prólogo de su Catálogo (págs. XII-XV).

De los cinco grados (decrecientes: el primero el de mayor rareza), las comedias valencianas impresas a final del siglo dieciséis y principios del siguiente entrarían de lleno en el grado tercero (“los libros de que solo mui de tarde en tarde aparece algún ejemplar de venta, ó que son mui pocos los aficionados que los poseen") y cuarto (“no se halla con facilidad ocasión de adquirirlas, casi todas las ediciones de nuestros Poetas, Novelistas y Autores dramáticos posteriores á 1560 y anteriores á 1610”).

Palau, 165.401, indica que la obra lleva dos láminas que el presente ejemplar no contiene (como tampoco lo indican los ejemplares colacionados en CCPBE, CCFr, BL). Tal vez erró Palau pues incluso en la hoja de relación de obras de Merimée que acompaña Spectacles et comédiens a Valencia (ver foto más abajo) no da mención alguna a dichas láminas, a pesar de colacionar con detalle cada obra.

CCPBE: 1 ejemplar.

CCFr: varios ejemplares.

Existe traducción: El arte dramático en Valencia,1985, Valencia, Institució Alfons el Magnánim, 2 vols.


Henri MeriméeSpectacles et comédiens a Valencia

Henri Merimée. Spectacles et comédiens a Valencia (1580-1630). Toulouse, 1913, gran 8º, Edouard Privat. París, Auguste Picard. 222 x 145 mm.

Colación: cubiertas de respeto en papel azul, 267 págs., incluyendo anteportada, portada y hoja de dedicatoria (A Monsieur Henry Vast), 2 hojas blancas.

Al igual que el ejemplar anteriormente descrito, éste, se encuentra en similar y excelente condición, llevando también dedicatoria manuscrita del autor a Francisco Martí Grajales.

Este ensayo comprende dos partes: en la primera, -dedicada a los espectáculos-, analiza los edificios, las representaciones teatrales y la concurrencia; en la segunda estudia la figura de los comediantes: sus viajes, su relación con los impresarii, etc.

(Verso folio 1, anteportada: relación de otras obras del autor).

Palau, 165.402.

CCPBE: 1 ejemplar.

CCFr: varios ejemplares.

En sus ensayos Merimée es del parecer que la llegada de Lope de Vega a la ciudad del Turia hace alcanzar al teatro valenciano todo su esplendor y relevancia nacional e internacional. Otros eruditos son de pensamiento contrario: el teatro valenciano se encontraba en su edad de oro y la presencia de Lope reforzó el momento de gloria que atravesaba. Poco importa qué posición es la acertada: en estas profundas diatribas académicas el valor reside mucho más en la riqueza generada por el debate que en sus conclusiones.

La figura de Merimée es la del digno sucesor de los viajeros franceses que visitaron Valencia y su Reino dejando en sus relatos y crónicas testimonio de su presencia y amor por nuestra tierra. En su obra late el cariño por Valencia, por su cultura, costumbres, historia y literatura.

Valencia ha mantenido vínculos estrechos con Francia: tanto económicos como culturales. El número de franceses establecidos, especialmente en el siglo XVIII, en la ciudad y que prosperaron en todas las artes, industrias y comercios es numerosísimo: Diego Mallén, procedente del Delfinado es uno de ellos. 

El conde Alexander Laborde, autor del Voyage pittoresque pour Espagne, llevaba sangre valenciana y por ello dedica buena parte de su monumental obra al Reino de Valencia y a su Cap i Casal. Valencianos hubo que fueron acogidos en la vecina nación: recordamos al intrépido Joaquín Manuel Fos que tras años de estancia volvió a Valencia dominando la complicada técnica del moaré estableciendo su industria de seda y siendo premiado en su esfuerzo por el rey Carlos IV.

También esta histórica relación se vio salpicada por el dolor y la vergüenza: durante la Guerra de la Independencia la ciudad de Valencia fue sitiada por las tropas francesas. Los valencianos -azuzados por el canónigo Baltasar Calbo-, volcaron su ira con los franceses residentes en la ciudad (algunos establecidos desde décadas antes) confinándolos, en junio de 1808, en la Ciudadela. Muchos de ellos fueron pasados por las armas -simplemente por su nación-, en lo que, sin duda, ha sido la página más ignominiosa de nuestra historia local. El canónigo Calbo fue objeto de proceso sumarísimo y ajusticiado  a garrote vil como instigador de la matanza. Más tarde las tropas francesas tomaron su revancha con fusilamientos en la ciudad, en Sagunto… 

En fin, en la guerra cada nación, cada pueblo y cada hombre sabe sacar y mostrar lo peor de sí mismo: "La guerra es una Reina que lleva como séquito el hambre, la peste, la rapiña, la violación, el incendio, el engaño y el fraude. Todos estos furores la guerra los sabe cubrir con el manto de la gloria" escribe Pío Baroja en Memorias de un hombre de acción describiendo episodios de la guerra de la Independencia.

Excma. Diputación de Valencia, Exposición Valencia en blanco y negro. La Valencia de comienzos del siglo veinte: calle de la Paz y torre de la iglesia de Santa Catalina.

Recordamos la figura de Henri Merimée.., lo imaginamos yendo y viniendo por la Valencia provinciana de comienzos del siglo veinte (tan bien retratada en el recién publicado libro de fotografías Valencia en blanco y negro). Visitando a Martí Grajales, conversando con Serrano Morales, en la Biblioteca de la Universidad. 

Corrían los días previos a la inauguración de la Exposición Regional de 1909… Y evocando la vida amable de aquella época hojeamos los contados ejemplares que guardamos de autores dramáticos valencianos impresos en nuestra Ciudad a final del dieciséis y principios del siglo siguiente... Los hemos ido reuniendo con paciencia e ilusión en nuestra pequeña librería. Estos, lector benévolo y discreto, son alguno de ellos:

Nota. Las comedias anteriores forman parte de la obra:

Norte de la poesía española. Illustrado del sol de doze Comedias (que forman segunda parte) de Laureados Poetas Valencianos: y de doze escogidas loas, y otras Rimas a varios sugetos. Sacado a luz, aiustado con sus originales por Aurelio Mey, Valencia, 1616, Felipe Mey, 4º. 192 x 140 mm.

13 comentarios:

lamberto palmart dijo...

Cumplida y emotiva narración de esta parte de la historia literaria de Valencia. Alegrías y desastres entremezclados en un mismo tiempo. Momentos dorados de intercambio cultural entre Francia y Valencia. Me llama la atención el aprecio por la cultura valenciana en aquella época por nuestros vecinos franceses. Lástima que quedara sesgado por el afán imperialista que nunca a traido nada bueno a la cultura y al hombre.

Impresionante el momento de la entrega de la biblioteca de Perez Bayer, por desgracia, con un final tan desastroso. Y que decir de los libros con que ilustras tu artículo, desde las obras de Merimée en condición original y además con importante dedicatoria, hasta las rarísimas comedias valencianas, envidia de cualquier biblioteca, que requerirían cada una de ellas un desarrollado comentario.

Una vez más una lección de Historia

Saludos bibliófilos.

Diego Mallén dijo...

Muchas gracias Lamberto por tus palabras.

Me desvié algo del tema pero no quería dejar de recordar el momento en que Pérez Bayer entrega su biblioteca. Cada vez que acudo a algún acto al Paraninfo de la Universidad (actos a veces demasiado largos...) siempre pienso en dos cosas:

1. En Pérez Bayer.

2. En leer los nombres de todos los valencianos ilustres que están esculpidos en mármol en letras doradas en el salón.

Y mientras, paseo y recreo mi vista con los oleos con retratos que rodean la magna sala.

Saludos bibliófilos.

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Nuevamente nos sorprendes con hermosos libros, tanto las recientes adquisiciones como las encantadoras comedias que nos presentas. Sin duda la suerte es aliada del bibliófilo, pero no sirve de mucho sin el ojo bien educado. Felicidades.
El relato que los acompaña, entre muchas otras cosas, pone de manifiesto que antes como ahora Valencia tiene la poco común fortuna de contar con el cariño y orgullo de pobladores y visitantes , los cuales se han preocupado por mantener su memoria y contribuir al engrandecimiento de la ciudad. Ejemplo que debería de cundir entre todos.
Espero que en otra ocasión te puedas extender un poco, en lo que respecta a los cinco grados de rareza que establece Pedro Salvá. Para los que desconocemos tales criterios nos serán de gran utilidad.
Saludos bibliófilos.

Diego Mallén dijo...

Estimado Marco Fabrizio: gracias por tus comentarios. ¡Ya sabes que nos encantará recibirte en Valencia!

Pienso que el conocimiento de los libros solo se alcanza por el día a día, no hay Universidad o Curso que permita de manera rápida a familirizarse con el mundo de los libros. Solo viendo, viendo y viendo libros, catálogos, librerías, subastas y escuchando a quienes saben uno llegar a tener un cierto conocimiento. ¡Yo llevo muchos años y todavía no sé nada!

Si me envías tu mail al mío diego_mallen@yahoo.com te envío fotografía de las hojas de Salvá con la clasifiación de la rareza de los libros.

Esperamos que la epidemia de influenza esté remitiendo, ¡ojalá así sea!

Saludos bibliófilos.

Galderich dijo...

Diego,

Otra vez nos facilitas un artículo en que todas las partes han sido muy bien estructuradas.
Hasta tu narración sobre la Universidad está muy bien ligada aunque creas que sales de tema.

Ahora sólo esperamos que dediques artículos a las comedias valencianas que son de una extraordinaria rareza.

Y que emocionante es ver las dedicatorias manuscritas en los libros por sus autores.

Gracias una vez más por esta gozada.

Saludos calcófilos

Diego Mallén dijo...

Muchas gracias Galderich. Esos impresos perdidos, desconocidos y sin el empaque de los gruesos infolios son mucho más fascinantes... y raros de encontrar.

Tendremos que hablar de ellos.

Saludos bibliófilos.

Rui Martins dijo...

Más un artículo bien interesante con una narración muy atractiva donde nos muestras, con tu grande amor por Valencia y su cultura, una vez más, bellos ejemplares y de una cierta rareza.
Además con dedicatoria del autor, lo qué, por mi, es siempre muy importante tener en una colección.
Para no hablar de las comedias valencianas, qué como Lamberto dice requieren un desarrollado comentario
Como dice Marco, (y se me permites quiero expresar la mía solidariedad para con elle y todo el pueblo mejicano en esto momento difícil) es preciso suerte y ojo o, de otra manera, “la suerte no se encuentra es preciso búscala”…como se dice en Portugal.
Cuando tú dices. “¡Yo llevo muchos años y todavía no sé nada!”, yo no estoy de acuerdo, o entonces otros, como yo, están en la escuela a aprender el a,e.i.o,u… (como se empieza a aprender a leer en Portugal!)
Es cierto, qué cuanto más se estudia más conciencia tenemos de lo poco que sabemos, pero tu sabes mucho y tienes mucho para compartir y enseñar a otros, como yo por ejemplo…
Saludos bibliófilos

Diego Mallén dijo...

Gracias amigo Rui por tus comentarios e inmerecidos elogios.

En esto de los libros, como en casi todas las disciplinas, a medida que pasa el tiempo y uno va aprendiendo de allí y de allá se da cuenta que es un campo tan extenso como inabarcable. ¡Pero disfrutamos corriendo por él y es lo que importa! "Nuestro ensueño es lo que importa" escribió Azorín.

¡¡Por cierto, esperamos con atención tu próximo comentario en Tertulias Bibliográficas!!

Saludos bibliófilos.

Anónimo dijo...

Total Control Review-Marketing pedaço grande de detalhes que você? Recebemos esta notícia website. Espero que eu poderia pegar mais um monte de coisas no seu próprio site. Vou chegar novamente.

Anónimo dijo...

Gracias, buen trabajo! Este fue el material que tenía que tener.

Anónimo dijo...

Dies ist mein erstes Mal, wenn ich Besuch hier. Ich fand so viele interessante Sachen in Deinem Blog vor allem seine Diskussion. Von den Tonnen von Kommentaren auf Ihrem Artikel, ich denke, ich bin nicht die einzige, die alle die Freude hier! halten, die gute Arbeit.

Anónimo dijo...

Este fue un buen artículo para leer, gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

Tengo que admitir que por lo general se aburre de leer todo esto , pero creo que usted será capaz de añadir valor . ¡Bravo!