sábado, 11 de julio de 2009

El libro a la moda

El librito con este título -dado a la estampa en Madrid en 1785-, tiene el mérito singular de ser el primero en España (¿y tal vez el único?) impreso en su totalidad en tinta verde. La edición original -Le livre à la mode-, fue publicada en París, 1757. Su autor, el francés Luis Antonio Caracciolo (1721-1803), marqués de tal nombre, quiso satirizar los exagerados excesos en las maneras y costumbres que la sociedad francesa adoptaba con el florecimiento del Siglo de las Luces y la Ilustración.
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Entre otras divertidas premisas, Caracciolo considera que ha llegado el momento de abandonar la tinta negra en la impresión de los libros. Al igual que la sociedad se rodea de colores alegres en su vestuario, en la decoración de las viviendas e incluso en los alimentos, el noble arte de la imprenta debe adaptarse a las exigencias de los nuevos tiempos. Y para ello tiene que desterrar al olvido el fúnebre color negro de los textos que será sustituido por otros más apropiados en función de la naturaleza de la obra.

Dando ejemplo, Caracciolo publica la primera edición de Le livre à la mode todo él en tinta verde. A esta edición siguió la segunda, 1759, en tinta colorada. Después la tercera en amarillo y la cuarta ¡en cuatro colores!: las hojas de prefacio en amarillo naranja, el cuerpo de la obra en marrón, azul turquesa y rojo escarlata y la última parte de nuevo en amarillo naranja (1). En 1785, la obra se da a la estampa en Madrid en castellano por anónimo traductor. Y cumpliendo los deseos del autor se imprime, al igual que la primera edición francesa, utilizando tinta verde.

Luis Antonio Caracciolo, (marqués de Caracciolo). El Libro a la Moda. Traducido del francés al castellano, Madrid, 1785, 12º, En la Imprenta del Consejo de Indias. 137 X 95 mm. 

Colación: 11 hojas preliminares (que comprenden portada, Advertencia del traductor, Dedicatoria y Prólogo), 93 págs. Impreso en tinta verde en grueso papel de hilo. Nuestro ejemplar forma parte de un volumen facticio con otras obras del siglo XVIII. Encuadernación en pergamino de época, lomo rotulado con el título: Papeles varios. (¡Cúantas satisfacciones proporcionan estos volúmenes facticios que muy de vez en cuando llegan a manos del bibliófilo! Son agradable caja de sorpresas, pues la naturaleza efímera de las obras que contienen -que no eran merecedoras de encuadernación individual-, las ha hecho, en muchas ocasiones, extraordinariamente raras. Este librito es un ejemplo).

En la Advertencia del Traductor excusa éste el motivo de su tarea. El traductor considera que a pesar del mucho mal que las modas causan “el luxo en estas, hasta un cierto punto es muy conveniente en una Nacion para fomentar las fábricas, desterrar la ociosidad, y entretener honestamente muchas personas que por falta de objetos en que ocuparse se hacen inútiles y gravosas al Estado”.

Pero viendo el traductor que todos esos lujos son importados y el grave quebranto, en consecuencia, que supone para la economía nacional decidió llevar adelante la tarea de traducir la obra pues “son crecidísimas las cantidades que se extraen del Reyno… libertar su patria de las funestas consequencias que acarrea el exceso en esta parte, proponiéndose ridiculizar todas aquellas modas e invenciones de que usan los Petimetres y Petimetras, que tanto en general como en particular son muy perniciosas”. 

Sigue la obra con la Dedicatoria del autor dirigida a “Mis señores y señoras los petimetres y petimetras. Señores y Señoras mías”. Apreciará el desocupado lector como el traductor, -tocado por la Diosa Modernidad-, se anticipa dos siglos a las tesis del Bibiano-Aidismo. En admirable ejercicio igualitario y gramatical usa de ambos géneros a la par para dirigirse a los susodichos petimetres (palabra tomada del francés, petit maître: persona de maneras y formas afectadas seguidor acérrimo de la moda).

La Dedicatoria, impresa en grandes caracteres, la reproducimos íntegra a continuación:

Sigue el texto con 12 páginas de Prólogo donde el autor da sobrados motivos para abandonar la impresión de libros utilizando la tinta negra y también otras reflexiones acerca de las encuadernaciones más convenientes para los tiempos que corren. Nada mejor que leer el texto en su totalidad:

Concluido el Prólogo principian las 93 páginas que componen el tratado. La calidad de la impresión nos permite reproducir a continuación alguno de sus párrafos:

Sobre las impresiones góticas y la Encyclopèdie (págs. 8-11):

Preceptos que pueden dirigir a un joven de calidad y distinción en el gran mundo (págs. 25-35):

Halagüeño futuro de El libro a la moda (págs. 42-44):


No en Salvá, Palau, CCFr., ni BL.

CCPBE: 1 único ejemplar en la Biblioteca Valenciana, procedente de la biblioteca de Carreres Zacarés. 
 Como es habitual, la edición española de El libro a la moda ha devenido más rara que la francesa original. Además de tener una tirada menor, nuestros avatares históricos han hecho que lleguen hasta nuestros tiempos contados ejemplares de esta traducción castellana. El autor en el Prólogo indica que “A esta primera edición verde seguirá otra de color rosa…”. Dicha edición se imprimió en París, 1759, en tinta roja. 

En España pensamos que también se dio a las prensas y debe ser la obra referenciada por Palau, 332.829, El tocador ó El libro a la moda: escrito en letra de color rosa, pulimentado y barnizado, Madrid, 1796, 8º, Antonio Espinosa. 

Por último destacar la coincidencia entre la primera edición francesa y la española en el mismo grabado xilográfico -representando la figura de un loro-, en la portada. La explicación del animalito la tenemos en el pie de imprenta de la edición francesa: A Verte-Feuille, De l'Imprimerie du Printemps, au Perroquet, L'Année Nouvelle ("En Hoja-Verde. De la Imprenta de la Primavera, a la enseña del Loro, el Año Nuevo"). En fin, una curiosidad o capricho bibliográfico que no tuvo arraigo posterior y que nos llega ahora como recuerdo del mundo amable, frívolo y fatuo de los salones y tertulias de la sociedad seudo ilustrada.

(1) Ver en Le blog du Bibliophile el artículo sobre las ediciones francesas de la obra